El caballo de los tiempos bíblicos es igual al caballo arábigo de hoy. Así indican las escrituras Asirias y Egipcias. En aquellos días el caballo se usaba principalmente con propósitos guerreros, aunque Isaías habla del uso del caballo en conexión con la trilla (Isa. 28:28), indicando así que al menos en un grado limitado los caballos se usaban en la agricultura. Pero en la actualidad los árabes los usan mucho para montar. El caballo es considerado como parte de la familia árabe. Aunque le ponen un freno muy pesado, las riendas sin embargo raramente se usan. El caballo es controlado por la voz del que lo monta. Cuando se llega al campamento o al oasis, los caballos son desguarnecidos o desensillados y se les deja andar libres. Pastarán al derredor del lugar y vendrán al ser llamados. Las pezuñas de los caballos árabes nunca son recortadas, no teniendo objeto esta practica, debido al clima caliente. En los tiempos antiguos se hacía lo mismo. En la Escritura, la calidad de un caballo se juzga en parte por la dureza de sus pezuñas. Isaías dice: "Las uñas de sus caballos parecerán como de pedernal” (Isa. 5:28). Miqueas escribió: "Tornaré tus uñas de metal” (Miq. 4:13).
Cuidado de los caballos. En los días del Antiguo Testamento los caballos eran cuidados así como por los árabes en la actualidad. Además del uso de la hierba para pasto, el caballo era alimentado con cebada y paja cortada. Así ambos alimentos "cebada paja para los caballos” (1 Reyes 4:28), se usaban mucho en días del rey Salomón. El salmista indica el uso de la bita y el freno: "No seáis como el caballo... su boca ha de ser reprimida" (Sal. 32:9). Y el libro de los Proverbios habla de "un látigo para el caballo” (Prov. 26:1).
Caballos y carros usados en Egipto desde tiempos antiguos. José iba en "el segundo carro de guerra" que tenía el rey Faraón (Gén. 41:43). Cuando los israelitas se escaparon de la esclavitud de Egipto, fueron perseguidos por "toda la caballería y carros de Faraón, y gente de a caballo, y todo su ejército” (Ex. 14:9). Años más tarde Egipto fue el principal proveedor de caballos para los reyes de Israel (1 Reyes 10:28, 29).
Reglamento de la ley mosaica con respecto a los caballos. El libro de Deuteronomio es explícito acerca del uso de los caballos por los futuros reyes de Israel. Acerca del gobernante decía: "Empero que no se aumente caballos, ni haga volver el pueblo a Egipto, para acrecentar caballos: Porque Jehová, os ha dicho: no procuraréis volver más por este camino” (Deut. 17:16).
El uso del caballo y del carro de guerra impráctico en gran parte de Canaán. Esto se debe a lo montañoso de gran parte del país. Esto especialmente en Judea y Samaria, excepto por los caminos principales a través del territorio. Esto es la razón por la que los carros no se hallaron en las batallas que libraron allí.
En la conquista de Canaán no se usaron caballos ni carros. No hay ninguna noticia de que Josué hubiese usado ni caballería ni carros de guerra en su carrera militar. Pero Moisés había predicho que Israel se enfrentaría a enemigos con caballos y carros de guerra. "Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y viereis caballos y carros, un pueblo más grande que tú, no tengas temor de ellos, que Jehová tu Dios es contigo, el cual te sacó de tierra de Egipto" (Deut. 20:1). Cuando Josué fue contra tales enemigos y los conquistó, le fue mandado por Dios que desjarretara los caballos capturados y quemara los carros que habían tomado. La Biblia nos habla de su obediencia a este mandato (Jos. 11:6-9).
Los enemigos de Israel usaron carros de guerra en tiempos de los jueces. Cuando los cananitas oprimían a Israel en aquellos días “los hijos de Israel clamaron a Jehová, porque aquél (rey de Canaán) tenía novecientos carros herrados” (Jue. 4:3). Pero el Señor dio a Israel la victoria sobre esos carros de guerra sin que los hebreos usaran tales implementos.
El rey David usó, a veces, los caballos en las batallas. En oca¬sión de su victoria sobre Hadadezer, rey de Soba, "tomó David de ellos mil setecientos de a caballo... excepto cien carros de ellos que dejó” (2 Sam. 8:3, 4). Sin duda él deseaba esos carros y sus caballos para pelear en tierra plana en su país.
Uso excesivo de los caballos por el rey Salomón. El hizo caso omiso de la ley de Moisés y comenzó a importar gran cantidad de caballos y carros de la tierra de Egipto. "Y sacaban caballos a Salomón de Egipto. . . y venía y salía de Egipto, el carro por seiscientas piezas de plata, y el caballo por ciento y cincuenta” (1 Reyes 10:28, 29). Mandó construir muchas caballerizas para el gran número de caballos para carros, y su caballería. Estos animales estaban estacionados en ciudadelas, donde se habían construido las caballerizas (1 Reyes 4:26; 2 Crón. 1:14; 9:25). Los arqueólogos han descubierto la antigua ciudad de Megiddo, que era una de las ciudadelas del rey Salomón, y allí en la esquina sureste del (montículo de ruinas) se descubrió la evidencia de que allí existían los establos del rey Salomón. Entre cuatrocientos y quinientos de estos establos fueron descubiertos con habitaciones cercanas para los caballerangos. Un pesebre estaba localizado frente a cada caballo. Había enormes postes de piedra para engancharlos, que aún quedan con los agujeros en ellos donde se insertaba el cabestro.
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