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El morar en tiendas oriente medio

El vivir en tiendas es de origen muy antiguo según la Biblia. Se remonta hasta antes de los días de Abrahán. En las Sagradas Escrituras encontramos la primera referencia a esa vida en Génesis 4:20, cuando se refiere a un hombre llamado Jabal, que “fue el padre de los que habitaron en tiendas”.

Después del diluvio se dice en las Sagradas “Dios engrandezca a Japhet, y habite en sus tiendas de Sem” (Génesis 9:27). Los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob pasaron la mayor parte de su vida en tiendas en la tierra de Canaán y sus alrededores. Se dice de Abraham que “levantó su tienda” cerca de Bethel (Gén. 12:8). De Isaac se dice que “levantó su tienda" en el Valle de Gerar (Gén. 26:17). Y de Jacob, que “levantó su tienda” frente a la ciudad de Sichem, (Gén. 33:18). Los hijos de Israel vivieron en tiendas durante su peregrinación por el desierto durante cuarenta años. De ellos dice Moisés "los hijos de Israel asentarán en tiendas, cada uno en su escuadrón" (Núm. 1:52). Refiriéndose a Balaam, dice: “alzando sus ojos vio a Israel alojado por sus tribus” (Núm. 24:2).

Por muchos años después que Israel entró a poseer la Tierra Prometida aún vivían en sus tiendas. Al rey David le fue dicho en sus días: "El arca, e Israel, y Judá están debajo de tiendas" (2 Sám. 11:11), lo que indica que la mayoría de las gentes moraban en tien¬das. En tiempos de las diez tribus comandadas por Jeroboam el grito que se oía era "Israel, a tus estancias" (1 Reyes 12:16). Cuando las tribus se reunían en lugares pequeños como Gilgal y Silo, siempre llevaban consigo sus tiendas. Y cuando el templo fue terminado en Jerusalén, y el pueblo hacía sus peregrinaciones para ir a la celebración de las fiestas del Señor, algunos millares de ellos dormían en tiendas que levantaban en las laderas de las montañas que rodean la ciudad.


Como los judíos de antaño, los nómadas o árabes beduinos de Palestina, y especialmente de la Transjordania, por siglos han morado en sus tiendas, y su manera de vivir es bastante parecida a la de las gentes de la Biblia. De ahí que un estudio de la estructura de las tiendas de las tierras bíblicas de hoy día, arrojará mucha luz sobre la manera de vivir de los hombres de los primitivos tiempos bíblicos. Con tal estudio estaremos capacitados para imaginarnos el fondo para entender la vida y las contribuciones de esos hombres de épocas pasadas.

La habitación de los beduinos es su tienda, la que es fabricada con telas de pelo negro. Se llama beit sha'ar, "casa de pelo". Se fabrica con una tela basta, y sirve para proteger a la familia de los vientos fríos del invierno. En el verano, los lados de la tienda se levantan, y sirve entonces como sombra. La tela de pelo de cabra usada para hacer estas tiendas es porosa, cuando está seca; pero con las primeras lluvias de la estación se aprieta el tejido de manera que se convierte en impermeable.

En el libro del Cantar de Cantares de Salomón se habla de estas tiendas de pelo negro de cabra cuando leemos: "Morena soy, oh hijas de Jerusalén... como las cabañas de Cedar" (Cant. 1:5). Para fabricar las tiendas de los beduinos se usa el mismo material llamado cilicio en los días de la Biblia. Debemos recordar que el cilicio oriental no se parece al cotense occidental, sino que es un material hecho de pelo de cabra espinoso y basto. El apóstol Juan al comparar las tinieblas a este cilicio, dice: "el sol se puso negro como saco de cilicio" (Apoc. 6:12). En tiempos bíblicos se usaba el saco de cilicio para demostrar la tristeza (Gén. 37:34; 2 Sam. 3:31); como signo de humillación (1 Reyes 29:1); como signo de arrepentimiento (Dan. 9:3; Jonás 3:5).

Levante y arreglo de tiendas en oriente

Si los árabes beduinos viven juntos como tribu o clan, como casi siempre lo hacen, o si más de una familia vive con ellos, entonces sus tiendas no se levantan en racimo confuso, sino en un círculo grande para que cuando menos sus ganados puedan quedar protegidos dentro del círculo. Al lado de la tienda del jefe y a su cabecera, se coloca hincada en tierra una lanza grande como emblema de su autoridad (1 Sam. 26:7). Su tienda, por lo general, es de mayores dimensiones que la de los demás. Dice la Biblia que algunos de los hijos de Ismael vivían en campamentos de tiendas (Gén. 25:16).

El número de las tiendas que constituían el campamento de Abrahán debe haber sido grande, porque en la guerra que sostuvo con la federación de reyes, los cules se habían llevado cautivo a su sobrino Lot, se dice que Abrahán tenía a sus órdenes trescientos dieciocho soldados entrenados y nacidos en su casa (Gén. 14:14). El arreglo de sus tiendas sin duda file como el del más rico beduino de nuestros días. La parte principal, encima de la tienda del beduino, se compone de un gran toldo que se sostiene por postes, y las extremidades de la tela de la tienda se estiran con cuerdas que se atan a estacas hincadas en la tierra. Fue una de estas estacas de la tienda la que usó Jael para matar a Sísara (Jueces 4:21).

La tienda oriental es comúnmente de forma oblonga y consta de dos y algunas veces de tres apartamentos divididos por cortinas de pelo de cabra. La entrada conduce al departamento de los hombres, el que también sirve de sala de recepción; mas allá está el departamento de las mujeres y los niños. Algunas veces hay un tercer apartamento para los criados o el ganado. En el departamento interior, que está encortinado, están las mujeres, no visibles desde la sala de recepción, pero pueden ellas oír todo lo que sucede en esa sala. Así fue como Sara en su departamento oyó lo que el ángel dijo a Abrahán en la sala de recepción (Gen. 18:10-15). Hay casos en que son necesarias tiendas separadas para las mujeres. Se necesitaron varias tiendas para alojar a la gran familia de Jacob. Se hace referencia a la tienda de Jacob, a la tienda de Lea, a la de Raquel y a la tienda de las dos criadas (Gén. 31:33). La tienda de un pastor está siempre sujeta a continuos cambios, como lo indica Ezequías en su canto de gratitud después de la recuperación de su salud (Isa. 38:12).

El amueblado de una tienda debe incluir sólo lo necesario. El piso se cubre con alfombras, y por la noche se usa la ropa de cama, la que se compone de esteras o carpetas, sobre las cuales se duerme. Los mantos usados durante el día les sirven por la noche de colchas. Se pueden poner en derredor de los postes de en medio sacos de grano. Deben encontrarse a la mano en la tienda un molino de mano y el mortero en que se muele el grano. Colgados de los postes estarán los sacos de piel para el agua y demás líquidos. También habrá una cubeta de cuero para sacar el agua del pozo que se encuentra cerca, y un cántaro que usan las mujeres para llevar el agua. Los utensilios de cocina no son muchos, pero incluyen botes, bandejas y vasijas. Con las fuentes para servir se incluirán esteras y platos más grandes, así como tazas para beber.

Una lámpara de las primitivas quemando aceite de oliva se usará para iluminar la tienda por las noches. Si la familia tiene la dicha de contar con un camello, entonces se usará la fornitura para sentarse en el interior de la tienda, de la manera como Raquel hizo cuando su padre buscaba sus dioses en su tienda (Gén. 31:34) -Pocas cosas además de las enumeradas arriba se necesitan para la vida sencilla de los moradores de tiendas.

El fogón queda, por supuesto, sobre el piso. Se cava un pozo en el piso donde se pueda encender el fuego, poniéndose en derredor de él varias piedras y los utensilios de cocina se ponen sobre ellas, por encima del fuego. Uno de estos fogones está dentro de la tienda y otro estará fuera, cerca del departamento de las mujeres. En tiempo de verano se cocinan los alimentos mejor fuera que dentro de la tienda.

Reparando tiendas en oriente medio

Es muy raro que se hagan nuevas tiendas entre los beduinos. Cuando esto llega a acontecer es cuando un novio y su novia ponen su casa aparte de la de sus padres, y esto ocurre muy raramente. El procedimiento a seguir es acumular la trasquila de una cabra durante un año o más, y con ello se hace una tira más de tela para añadirla a la vieja tienda. Las mujeres hacen este trabajo.

La parte del techo de la tienda más averiado se corta, y la nueva tira de tela la reemplaza. La tira vieja se usa como cortina. Cada año nuevas tiras de tela se ponen en lugar de las averiadas, y esta "casa de pelo" se pasa de padre a hijo aun cuando no esté completamente nueva o completamente vieja, en cualquier tiempo. Cuando la familia que vive en una tienda crece o se hace rica y desea agrandaría, lo hace añadiéndole secciones, de la misma manera que un occidental añade un cuarto a su casa. Pero la diferencia es que en lugar de hacer una tienda nueva, continúa añadiéndole secciones. Isaías tenía este proceso en mente al comparar la prosperidad profética de Israel a una tienda beduina. "Ensancha el sitio de tu cabaña y las cortinas de tus tiendas sean extendidas; no seas escasa: alarga tus cuerdas, y fortifica tus estacas" (Isa. 54:2).

Carácter de la vida en tiendas

El occidental aún no puede apreciar el carácter peregrino del oriental que mora en tiendas. Un viajero entre estos nómadas decía de ellos lo siguiente: "La tienda de un árabe es su hogar; pero la palabra "hogar" para el no tiene el significado que tiene para nosotros. De nuestra idea del hogar no tiene ningún concepto. Su hogar es el pequeño paraje donde levanta su tienda y donde su ganado se reúne por la noche; su país, la tierra de sus padres; es el pequeño distrito sobre el que vaga en verano".

Recordemos que Abrahán, Isaac y Jacob fueron peregrinos en la Tierra Prometida. "Por fe (Abrahán) habitó (fue morador de tiendas) en la tierra prometida, como en tierra ajena... con Isaac y Jacob, herederos juntamente de la misma promesa" (Heb. 11:9). Y el autor de Hebreos dice además de estos profetas, "Murieron todos estos sin haber recibido las promesas, sino mirándolas de lejos, y creyéndolas, y saludándolas, y confesando que eran peregrinos y advenedizos sobre la tierra" (Heb. 11:13).

La vida de las tiendas con su sencillez, y todo el tiempo que se pasa fuera de ellas, tiene un encanto real para aquellos que están avezados a ella. La mayoría de sus moradores no vivirían de otra manera si se les diese a escoger. Y como los antecesores de los judíos fueron moradores de tiendas, sus descendientes consideran esa vida en un espíritu de verdadera dignidad. Esto explica las numerosas referencias a la vida en las tiendas en su poesía sagrada y en la profecía (cf. Sal. 84:1-10; Cant. 1:5; Jer. 4:20, etc.).

Concepto de hogar en oriente medio

Habiendo pasado muchos años después de que Israel se había establecido en la tierra de Canaán y dejado su vida nómada trocándola por una más estable con progresos agrícolas, principiaron las casas a tomar el lugar de las tiendas como lugares para vivir. La mayoría de los hogares de la gente del pueblo se constituía de una sola pieza o cuarto. Piensa el Dr. Thompson que porque la viuda que asistió a Elías tenía una pieza en la parte alta de su casa, que ella no era de la clase más pobre, sino que se encontraba en estrechez debido al hambre que se hacia sentir en toda la tierra (cf. 1 Reyes 17:8-19).

En los tiempos bíblicos los hombres no construían sus casas con la idea de pasar en ellas la mayor parte de su vida. Su primordial interés era pasar tanto tiempo como fuera posible fuera de ellas, admirando las obras de Dios. La casa servía como un lugar de retiro. Por esta razón las paredes de las casas no son muy tentadoras. No se hacían esfuerzos para atraer la atención a este lugar de retiro.

El propósito de estas moradas se sostiene en el significado de las palabras hebraica y árabe para "casa". El Rvdo. Abrahám Rihbany que nació en Siria y vivió allí sus primeros años, ha hecho una exposición muy cierta acerca del significado y propósito de la casa de Palestina. La palabra hebrea bavith y la palabra árabe bait quieren decir "abrigo". El equivalente español es la palabra "casa". El término más significativo "hogar", nunca ha sido inventado por los hijos de Palestina, porque ellos se consideran como "peregrinos en la tierra". Su tienda y su casita le proveyeron abrigo suficiente para él y sus familiares durante la peregrinación mundana o terrenal. Como los palestinos pasan tanto tiempo fuera de sus hogares, los escritores sagrados gustaban de referirse a Dios como su "abrigo" o su "refugio" mejor que como su hogar. Tales expresiones en conexión con Dios son muchas en el libro de los Salmos y los escritos proféticos (cf. Sal. 61:3; Isa. 4:6).


Refiriéndose a la naturaleza del piso de estos hogares orientales dice el Dr. George A. Barton: Generalmente las casas no tienen otro piso que el de la tierra misma que se empareja y aplana, hasta quedar maciza. Algunas veces se hace una mixtura de cal con lodo y dejándolo algún tiempo para que se seque y endurezca Algunas veces se ha encontrado pisos de piedra resquebrajada unida con cal. En el tiempo del Imperio Roma. no fueron introducidos los pisos de mosaicos con incrustaciones dc cuadritos de piedra labrados. Las paredes de la casa por lo regular son hechas de adobes que se fabrican con lodo secado al sol. Job al referirse a esta clase de moradas dice: "casas de arcilla" (Job. 4:9). Son muy parecidas a las Casas de adobe en México en la actualidad y muy frecuentes en los estados del Sureste de América, donde la influencia española aún predomina.

Algunas veces las paredes se hacen con una piedra muy áspera y muy común en el país. Estas son de distintos tamaños y pegadas con lodo. Las junturas son algunas veces anchas e irregulares. Sólo los palacios y las casas de los ricos se construyen con piedras labradas, como los palacios de Salomón (1 Reyes 7:9), y las de los ricos del tiempo de Isaías, que se jactaban diciendo: "Los ladrillos cayeron, mas edificaremos con cantería" (Isa. 9:10).

Arreglos especiales en la casa de oriente

En estas humildes casas de Palestina el techo se construye con vigas de madera que alcanzan de pared a pared, luego se pone una capa de pasto, o quizá de ramas poniéndose sobre ésta una capa de tierra o arcilla; luego se riega sobre ella arena y gravilla, pasándose luego sobre ella un rodillo de piedra, el cual permanece sobre el techo para usarlo varias veces apisonando el techo y con especialidad durante las primeras lluvias, para que así no se escurra el agua al través. Se construía un pretil o parapeto con trechos en las casas antiguas para permitir escurrir el agua de lluvia, y para evitar la caída de alguna persona.

El no construir dicho pretil en los tiempos modernos ha causado accidentes con alguna frecuencia. La Ley de Moisés es muy definida al ordenar la construcción del pretil mencionado. El reglamento dice: "Cuando edificares casa nueva, harás pretil a tu terrado, porque no pongas sangre en tu casa si de él cayere alguno" (Deut. 22:8). El uso común de la casa para tantas cosas, hicieron esencial esta ley, como podemos comprender.

Hierba en los Techos. Estando los techos de la casa en gran parte hechos de tierra y arcilla podemos imaginarnos cómo crecerá la hierba encima de las casas, como lo indican las referencias bíblicas "serán como la hierba de los tejados, que se seca antes que crezca" (Sal. 129:6; véase también 2 Reyes 19:26; Isa. 37:27). Ejemplos de esto en techos similarmente construidos se ven con frecuencia en los tiempos modernos. En un libro publicado en la última parte del siglo XIX hay una fotografía de un techo palestino cubierto con hierba en crecimiento. El pie de la fotografía es el siguiente: "Este es un buen ejemplo de la apariencia de hierba sobre los tejados". Después de las lluvias de invierno, todo edificio con techo de lodo está sobrecargado de yerbas, las cuales pronto perecerán.

Techo con goteras. Se puede entender lo natural que será que techos de tierra, después de fuertes aguaceros, produzcan goteras: lo que hace inconveniente para la familia vivir en esas casas. Los viajeros que pasan la noche en una de esas habitaciones, han tenido a veces que mover su cama, por causa de las goteras causadas por el agua de lluvia. El libro de los Proverbios compara estas goteras a una mujer rencillosa (Prov. 19:13; 27:15). Excavaciones de los ladrones. Ya que las paredes de las casas frecuentemente se construyen con tierra y arcilla, o de piedras pegadas con lodo, es tarea fácil para los ladrones hacer un agujero y entrar a la casa. La referencia que tenemos en Job dice: "En las tinieblas miran las casas, que de día para sí señalaron; no conocen la luz" (Job 24:16). También Jesús a esto aludió en su gran Sermón de la Montaña: "No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan" (Mat. 6:19; 24:43).

Víboras en las paredes. Ya que las paredes de las casas han sido construidas de piedra y que las junturas son anchas e irregulares, fácil es para las víboras entrar en esas aberturas e intempestivamente entrar en contacto con los habitantes. Acerca de esta clase de casas el profeta Amós habla de un hombre que "entrare en casa y arrimare su mano a la pared y le muerde la culebra" (Amós 5:19).

Ventanas. Las casas orientales tienen pocas ventanas, las cuales se abren hacia la calle, y éstas son bastante altas. Por regla general las ventanas tienen barrotes de madera que sirven de protección contra los ladrones, y la parte baja de la ventana tiene una especie de "biombo enrejado". "Porque mirando yo por la ventana de mi casa, por mi celosía" (Prov. 7:6) - Postigos de madera cierran las ventanas por la noche. Cuando se abre la ventana los que están dentro de la casa pueden ver hacia fuera sin ser vistos ellos mismos. Puertas. Tanto las puertas como las ventanas ordinariamente eran construidas de madera de sicómoro. Sólo por lujo de los ricos y como ornamento eran construidas de cedro (cf. Isa. 9:10).

Las puertas se montaban sobre bisagras y "Se revolvían sobre sus quicios" (Prov. 26:14). Las puertas quedaban firmes al cerrarse, y esto se lograba con el uso de barrotes de madera (Prov. 18:19) – La puerta de la casa consistente en un solo cuarto y propiedad de un labriego, se abre antes de la salida del sol y queda abierta durante el día como invitando a la hospitalidad. En Apocalipsis se dice: "He aquí, he dado una puerta abierta" (Apoc. 3:8). El cerrar la puerta indica que sus habitantes han hecho algo de qué avergonzarse (cf. Jn. 3:19). Al ponerse el sol, se cierra la puerta permaneciendo así toda la noche (cf. Luc. 11:7).


El reglamento para abrir la puerta de una casa sencilla o chica no es observado en las ciudades en casa de más de una pieza. La referencia de nuestro Señor Jesucristo llamando a la puerta se refiere a ella (Apoc. 3:20). La diferencia entre las casas de un morador de una villa y de una morador de la ciudad, debe siempre establecerse para poder entender las referencias escritúrales respecto a las casas.

Los muebles de una casa en Palestina, cuando ésta consta de una sola pieza, fueron y aún son sencillos. Las esteras y almohadones se usan en el día para sentarse, los tapetes y las esteras sirven para dormir por la noche. Debe haber utensilios de arcilla para las necesidades del hogar, además algunos de metal. Habrá una arca de madera para guardar la ropa de cama, una lámpara sobre su pie o sobre el almud, una escoba para el barrido, molino de mano para moler el grano y los botes de cuero de cabra en que se guardan los líquidos. El fogón debe estar en el suelo, pero casi siempre en el centro de la pieza. Esto da un cuadro general de los muebles para el promedio de las casas en Palestina. La parábola del amigo inoportuno que relató Jesús si se entiende a la luz de una casa oriental de una sola pieza, nos dará idea del arreglo para pasar la noche. “Díjoles también: ¿Quién de vosotros tendrá un amigo, e irá a él a media noche y le dirá: Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío que ha venido a mí de camino, y no tengo qué ponerle delante conmigo en cama; no puedo levantarme, y darte” (Luc. 11:5-7). Entre el común de la gente de la Tierra Santa,

las camas individuales en cuartos separados no se acostumbran. En su lugar, el arreglo que se hace para dormir es semejante al de la parábola; actualmente en Siria y Palestina entre países labriegos se usan los mismos arreglos ya descritos. Los colchones se extienden lado a lado dentro de la pieza en una línea tan larga como sea necesaria para que todos los miembros de la familia duerman juntos. El padre duerme en un extremo de la línea y la madre en el otro para cuidar que los niños al rodarse no se salgan de debajo de la colcha. Así es que el hombre estaba en lo cierto cuando dijo en vía de excusa, "mis niños están conmigo en cama”.

El alumbrado en oriente medio

Uso bíblico de la palabra candil. Las versiones bíblicas antiguas usan la palabra candil con mucha frecuencia. Esto es porque los candiles se usaban mucho en tiempos de esas versiones. La traducción literal de la palabra original se usa con el nombre de lámpara o luz. Las gentes de tiempos bíblicos nada sabían de candiles, sino que estaban familiarizados con las lámparas. Distintivo de las lámparas.

Cuando los hijos de Israel entraron a la Tierra Prometida, adoptaron el uso de la lámpara de los cananitas, la que consistía en una vasija de tierra para contener el aceite y un pico estrecho para sostener la mecha. Como mil años después, la lámpara de Mesopotamia fue importada y usada en algunas partes. Esta lámpara tenía un tubo cerrado para la mecha, así pedía llevarse sin peligro de derramar el aceite. En el quinto siglo antes de Cristo, unas hermosas lámparas griegas de un negro vidriado se importaron y se hicieron muy populares. Para el tercer siglo antes de Cristo la vieja lámpara tipo platillo casi había desaparecido, pero en el siglo segundo los macabeos resucitaron el uso de ese tipo de lámpara, que estaba más de acuerdo con las viejas tradiciones judías. Cuando el Imperio Romano principió a dominar en Palestina, las lámparas que se usaban eran o importadas o fabricadas con modelos extranjeros.

La lámpara de las vírgenes usada en tiempo de Cristo era un mejoramiento de la vieja lámpara tipo platillo, con una cubierta suficiente para que el aceite no se derramase. La lámpara de píe. En tiempos antiguos, la lámpara de pie no era de uso común; entonces las lámparas se ponían en lugares como un saliente de piedra en la pared. En el tiempo de Cristo las lámparas de pie eran ya de uso general. Eran altas y se ponían sobre el piso.

Últimamente los arqueólogos han encontrado algunas lámparas de pie de bronce de catorce pulgadas de altura que eran usadas en los palacios. Se hacían de manera de sostener vasijas y lámparas. Con seguridad la gente pobre usaba algún tipo más barato. Si la familia no tenía una lámpara-sostén, ésta se ponía en el almud sobre el piso colocando la parte superior hacia abajo y el cual servía como lámpara-sostén, lo mismo que como mesa en donde se servía la comida. La lámpara se ponía sobre el almud y no debajo de él (Mat. 5:15). La referencia del profeta al pabilo que humea. La profecía de Isaías referente al Mesías fue que "ni apagará el pabilo que humea¬re" (Isa. 42:3). Refiere el Dr. Thompson haber visto antiguas lámparas de arcilla en uso ilustrando el texto. La mecha se hacía de hebras torcidas de lino poniéndose luego en el depósito de aceite de oliva de la lámpara. Cuando el aceite estaba por terminarse, producía un humo molesto. Esto era indicación para llenar de nuevo el depósito de aceite. Ello implicaba que el apagarse la luz era a veces intencional. Si la mecha estaba muy gastada, la señora de la casa apagaba la luz, entonces la reponía con otra. El siervo de Dios no debe tratar así a los pobres, débiles y desamparados de la especie humana. El pondrá el aceite, recortará la mecha, y hará que la débil flama brille. Este es un cuadro de los deseos del Señor que quiere que nosotros ayudemos a los necesitados, levantando al caído y salvando al perdido. El uso de la lámpara para buscar la dracma perdida.

La parábola de nuestro Señor de la dracma perdida, (Luc. 15), necesita entenderse desde el punto de vista oriental. Abrahám Rahbany, cuan¬do era niño, con frecuencia sostenía una lámpara oriental hecha de tierra, mientras su madre buscaba alguna moneda o algún objeto de valor. La casa tenía sólo una puerta y una o dos ventanas con postigos de madera. Por esta razón la casa estaba muy poco alumbrada, especialmente en invierno. Las esteras, cojines, y pieles de cabra que cubrían el piso tenían que voltearse, para limpiar el piso. Cuando era encontrada la dracma perdida, las vecinas y amigas eran llamadas a regocijarse con la dueña de la casa, porque la dracma perdida atraía sobre la señora la ira del marido, y las vecinas de ella tenían para la mujer un sentimiento de compañerismo, guardando el suceso como un secreto que no debían saber los hombres. Así como indica el texto, "Y cuando la hubiera hallado, junta las amigas y las vecinas" (Luc. 15:9)

El significado de la luz en una casa Palestina. La lámpara se considera como un lujo necesario entre los aldeanos. Cuando el sol se pone, la puerta de la casa se cierra, entonces se enciende la lám¬para. El dormir sin luz es considerado entre los aldeanos como un signo de extrema pobreza. En la Biblia son sinónimos los términos lámpara, luz y vida. Un viajero retrasado busca ver una luz en alguna casa, entonces sabe que ahí hay vida. El desear que la luz de un hombre se apague seria desearle una maldición terrible. Respecto al hombre malvado, Bildad, en el libro de Job dice: "La luz se oscurecerá en su tienda, y apagarase sobre él su lámpara" (Job 18:6). Pero cl salmista se considera bendito del Señor cuando se decía a sí mismo en relación con Dios, "Tú pues alumbrarás mi lámpara" Sal. 18:28). Esto es para los orientales que aprecian el valor aun de una sencilla lámpara de barro en lo oscuro de la noche o en la oscuridad de la casa por lo que Jesús dijo: "Así alumbre vuestra luz debute de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos" (Mat. 5:16).

Arreglos de la cacina

La estufa o fogón. Tanto los nómadas que vivían en tiendas como los aldeanos que viven en casas de una sola pieza, llevan consigo tanto de su cocina exterior como el tiempo les permite. Estas operaciones se hacen dentro de la casa solo cuando el frío del invierno las hace deseables. Los occidentales difícilmente llamarían estufa o fogón lo que usan para cocinar los orientales, pero esto sirve su propósito. Con frecuencia el lugar del fogón es el suelo en el medio de la pieza. Una pequeña construcción de barro o una tinaja con agujeros a los lados es lo que por lo regular usan como estufa.

El combustible que usan. Los aldeanos con frecuencia usan estiércol seco como combustible en su fogón. Algunas de las clases más pobres lo usan y venden la leña que encuentran, a aquellos que pueden comprarla. Una referencia en la profecía de Ezequiel indica que este uso de combustible era común en los tiempos bíblicos. Véase Ezeq. 4:15. En el Oriente el combustible es tan escaso que algunas veces la hierba seca y las flores marchitas se engavillan con cuidado para usarlos corno combustible. Hay indicaciones en la Biblia de que esto se hacía en los tiempos antiguos. Jesús dijo: "Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana es echada en el horno..." (Mat. 6:30; Luc. 12:28).

Otro combustible muy popular en Palestina son las espinas. Hay muchas clases de arbustos espinosos que ahí crecen, y la gente los recoge y hace buen uso de ellos. Los pasajes bíblicos que indican el uso de ellos son numerosos (2 5am. 23:6, 7; Sal. 118:12; Eches. 7:6; Isa. 9:18; Isa. 10:17; Nahum 1:10). La viuda de Sarepta andaba recogiendo leña para encender fuego (1 Reyes 17:10). Pero el fuego que había en la casa del sumo sacerdote donde Simón Pedro se calentaba, era alimentado con carbón (Jn. 18:18). La Chimenea. Los árabes bellahin tienen varias maneras de conducir hacia afuera el humo de los fogones. Algunas veces por medio de una abertura en el techo la que sirve como chimenea, o una abertura en un lado de la casa que sirve al respecto. Con frecuencia, cuando el fogón está en la esquina de la pieza, hay un sombrerete sobre ésta con salida para el humo.

También en ocasiones se hacen fuegos de carbón en un bracero fuera de la pieza, y cuando ya no produce humo y los carbones están rojos, entonces se lleva el bracero al interior. La referencia del profeta Óseas respecto a esto dice: "Como el humo que de la chimenea sale" (Oseas 13:3). Algunos traductores se refieren a éste corno humo que de la ventana sale. Una abertura enrejada en la pared de la casa puede servir tanto de chimenea como de ventana en las casas de los aldeanos. Pero sin duda, la mayoría de los arreglos de chimeneas usados por los árabes que ya se han mencionado se usaron en los tiempos bíblicos. La comparación del salmista de él mismo con "el odre al humo" (Sal. 119:83), puede ser una figura interior; otras referencias escritúrales al fuego, en que se habla también como que son interiores, pueden también ser exteriores Prov. 10:26; Isa. 65:5, etc.) Puede asumirse con toda seguridad que las casas del tiempo de la Biblia, no estaban siempre tan llenas de humo, como muchos piensan que sea el caso. Prendiendo el luego.

El método que se usaba en los tiempos del Antiguo Testamento para producir fuego era la chispa que se producía por la costumbre de golpear un pedernal con una piedra, o por frotamiento de dos pedazos de madera; después se encendía la llama. Hay indicaciones de que Israel en tiempos posteriores produjo fuego golpeando el pedernal con un pedazo de acero. En Isaías 50:10, donde se habla de encender el fuego, la palabra hebrea traducida encender quiere decir “golpear” y evidentemente se refiere a golpear el pedernal con el acero.

Usos de los techos en oriente medio

El techo de una casa oriental se usa actualmente para una variedad de cosas, de la misma manera que era usado en días de los profetas y de los apóstoles.

Usado como lugar para dormir.

Para un oriental el techo es un lugar muy especial para dormir. Por una gran parte del año el techo o terrado es el lugar más agradable en la casa, especialmente en las mañanas y tardes. Ahí muchos duermen durante el verano, tanto en la ciudad como en el campo, y en todas partes donde la malaria no es peligrosa. La costumbre es antiquísima. Un ejemplo de esta práctica en la Biblia, es el incidente de Samuel llamando a Saúl, quien se había dormido en el terrado (1 Sam. 9:26).

El Techo usado como Almacén.

Los planos techos de las casas orientales expuestos al aire y al sol se prestan muy bien para almacenar granos o frutas para que ahí se sequen. Esta costumbre es muy común en Oriente. Rahab escondió a los espías con tallos de lino que conservaba en el techo (Josué 2:6). Usados para asambleas en tiempos de conmoción. En Isa. 22:1 el profeta nos dice: "¿Qué tienes ahora, que toda tú te has subido sobre los terrados?" Así se describe a la ciudad típica oriental, en medio de los tiempos de gran conmoción. Así como los occidentales en tales casos se congregan en las calles, así los orientales suben a los techos, desde donde pueden ver hacia las calles, y descubrir lo que acontece.

Usado como lugar de públicas proclamas.

Tanto en los tiempos actuales como en los de Cristo, los pueblos de la Tierra Santa han tenido sus pregoneros. Las órdenes de los gobiernos locales son proclamadas desde las casas más altas. Tales proclamas se hacen por lo regular por las tardes, cuando los hombres han retornado de sus labores en el campo. La llamada larga ahogada, se ha hecho familiar en los residentes y han aprendido a escuchar lo que le sigue. La llamada del pregonero del pueblo, se dice que se asemeja a un distante y prolongado silbato ferrocarrilero. Jesús debe con frecuencia haber oído la llamada del pregonero del pueblo. El dijo a sus discípulos: "Lo que oís, predicadlo desde los terrados" (Mat. 10:27) Como un aviso de la imposibilidad de esconder nuestros pecados en el día del juicio, dijo: "Lo que hablasteis al oído en las cámaras, será pregonado desde los terrados" (Luc. 12:3).

Usado como lugar de adoración y oración.

Las Escrituras nos indican que los terrados de las casas fueron usados para una adoración verdadera a Dios, también para adoración idolátrica. El profeta Sofonías dice: "de ellos que se inclinan sobre los terrados al ejército del cielo" (Sof. 1:5). Y Lucas nos dice de Pedro en Jope "subió a la azotea a orar cerca de la hora de sexta" (Hech. 10:9). Será natural que los que adoran los astros lo hagan sobre los terrados, y no hay duda que Pedro se retiró a la azotea donde podía estar a solas con Dios.

Usado a manera de escape en tiempos de peligro.

En ocasiones cuando una escapada de algún peligro era necesaria, los habitantes de los pueblos en tiempo de Cristo podían hacerlo pasando de techo en techo, debido a que las casas están muy cerca una de otra. El Dr. Edersheim describe esta situación de la manera siguiente: De un techo al otro debe haber comunicación regular, llamada por los rabíes "el camino de los techos". Así una persona podía escapar, pasando de techo en techo, hasta que en la última casa descendía por la escalera que llevaba hacia abajo y a la calle, sin haber entrado en ninguna vivienda. A este 'camino de los techos" el Señor se refi¬rió sin duda en su aviso a sus compañeros (Mat. 24:17; Marc. 13:15; Luc. 17:31), intentando aplicarlo al último sitio de Jerusalén, "y los que sobre el terrado, no desciendan a tomar algo de su casa".

El pesebre en oriente medio


La humilde escena del nacimiento del niño Jesús frecuentemente se interpreta con sabor occidental en vez de oriental, pues se hace necesario para los occidentales tener la descripción de la clase de casa de Belén en la cual sin duda nació el Salvador, como la que nos da el señor Juan D. Whiting. Entrando por la puerta de esta morada de una sola pieza de Belén, se ve que dos terceras partes del espacio se dedica para "levantar una plataforma de albañilería" de unos ocho o diez pies sobre la tierra y sostenida por arcos bajos en forma de domo. Esta plataforma levantada es ocupada por los miembros de la familia, y la parte baja de la casa por el ganado y rebañ0s. Angostos escalones de piedra llevan a donde la familia habita, y sólo hay dos pequeñas ventanas altas en el cuarto. En el invierno las ovejas y las cabras quedan dentro de la casa, también los animales de trabajo y quizá algún asno. Los establos primitivos para el ganado se ven en derredor de las paredes, y éstas se construyen de lozas pétreas ásperas puestas de canto y unidas con mezcla. El propietario de los animales frecuentemente duerme en un pequeño lugar alto, donde puede observar a los corderos recién nacidos.

Para conocer el corazón de la tierra, haber conocido la hospitalidad de la gente que siempre se ofrece, no importa cuán primitiva o sencilla, hace el reproducir el cuadro de María y José, volviendo de la posada ya llena de huéspedes, a una casa como la ya descrita, la parte habitable en la cual podía vivir una familia no muy numerosa, puede haber estado llena de huéspedes, pero encuentran una bienvenida y un lugar de descanso para el niño en el pesebre.

La casa en el oriente medio


Entre los árabes de los pueblos y villas de Palestina, las casas de más de una pieza son propiedad de personas más o menos prósperas. La palabra arábiga cuyo significado es "casa" también sig-nifica "una pieza". Lo mismo puede decirse de las casas pertenecientes a los hebreos. Como regla general las casas de una pieza están en las villas, y las de más de una pieza están en las ciudades.

Si se va a construir una casa de dos piezas, el oriental no las pone lado a lado, como lo haría un occidental. Más bien el ancho de una pieza se deja entre las dos, y se construye una pared entre los extremos, y como resultado de este arreglo, la casa tiene un patio abierto. Si el constructor desea hacerla de tres piezas, entonces una pieza substituye a la pared al extremo del patio y entonces habrá tres piezas en derredor del patio. Sí va a haber más de tres piezas en la casa, las piezas adicionales se añaden a aquellas en el lado, agrandándose así el patio.

Existe una gran diferencia entre una casa oriental y una occidental de más de una pieza. El exterior de la casa occidental se hace tan hermoso como es posible, y especialmente la parte que da a la calle. Pero el exterior de una casa oriental presenta una apariencia despreciable en comparación. El frente de la casa oriental da hacia el patio, mejor que a la calle, como sucede con la casa occidental. El plano general de una casa oriental es una serie de piezas construidas en derredor de un patio abierto. La razón para este arreglo es que la reclusión es el pensamiento principal en mente.

El uso del patio en oriente medio


Abierto hacia el cielo. Es importante para los occidentales darse cuenta de que al centro de la casa oriental de varias piezas, hay un patio abierto hacia el cielo. El patio es una parte importante de la casa. Uno puede estar en el patio y al mismo tiempo en la casa, así como también fuera de ella desde el punto de vista occidental. Como un ejemplo Mateo 26:69 dice: "Y Pedro estaba sentado fuera en el patio". Esto quiere decir que Pedro estaba fuera en las piezas del patio, y también estaba en el patio abierto, localizado en la parte central del edificio. Aunque el patio está abierto al aire, a veces un toldo se pone sobre parte de él. Algunas casas tienen una galería en derredor a los lados del patio. Frecuentemente se plantan árboles, arbustos o flores. Estos patios orientales están a veces hermoseados por la presencia, de variadas flores, El salmista se refiere a esta práctica con las palabras familiares, "mas yo estoy como oliva verde en la casa de Dios" (Sal. 52:8). Otra vez dice: "Plantados en la casa de Jehová nuestro Dios florecerán" (Sal. 92:13). El ilustra la verdad divina al referirse a árboles plantados en los patios de las casas. Nunca se plantaron árboles en el patio del templo.

Con frecuencia se construyen cisternas en los patios. Es interesante la historia de dos hombres en los días de David que se escondieron de Absal6n. Se cuenta en 2 Sam. 17:18, 19, "Y llegaron a casa de un hombre de Bahurim, que tenía un pozo en su patio, dentro del cual se metieron. Y tomando la mujer de la casa una manta, extendiéndola sobre la boca del pozo, y tendió sobre ella el grano trillado, y no se penetró el negocio".

El pozo que aquí se menciona era una "cisterna" las cuales se cavaban en los patios orientales para recoger el agua de lluvia. Cuando estas cisternas están secas, son muy buenos lugares para esconder fugitivos. Cuando la boca de la cisterna está al nivel del terreno, es fácil cubrirla con alguna manta, y luego esparcir el grano sobre la manta y así el escondedero puede guardarse secretamente.

Se hacen lumbres en los patios en tiempo de invierno. Esta práctica se ilustra con la experiencia de Simón Pedro al negar a Jesús. Había un fuego en el patio de la casa del sumo pontífice donde Jesús estaba siendo juzgado. Juan 18:18 nos dice: "Y estaban en pie los siervos y los ministros que habían allegado las ascuas; porque hacía frío y calentaban sé; y estaba también con ellos Pedro en pie, calentándose".

El palio como lugar de baño. Cuando la Escritura dice que Da¬vid desde el terrado de su palacio vio a la hermosa Bathsheba bañándose (2 Sam. 11:2) necesita entenderse que ella estaba en el patio interior de su casa, invisible a una observación ordinaria, pero el rey desde el terrado de su palacio la vio y fue tentado a pecar.

Con frecuencia se usa el patio como comedor. Actualmente, como en los días de Jesús, con frecuencia se toman los alimentos en el interior del patio de una casa oriental. Sin duda alguna, Jesús fue invitado a participar de las comidas que se servían en el patio abierto de la casa de su hospedador.

La puerta y el vestìbulo en oriente medio


Localización y vista de la puerta. La puerta o Zaguán quedaba localizado a la mitad del frente de la casa. Esta entrada estaba arreglada de tal manera que nadie podía ver hacia adentro desde la calle. A veces se construía una pared frente a la puerta, lo que llenaba el propósito.

Los zaguanes orientales casi siempre tienen pequeñas puertecitas como entrepaños entre ellas. La puertecita se usa en ocasiones ordinarias, y el portón o zaguán se abre sólo en ocasiones extraordinarias. En Hechos 12:13 se habla de Pedro golpeando "a la puerta del palio", lo que sin duda quiere decir la puertecita incrustada en el portón.

El uso de llaves. La llave oriental de los tiempos modernos es semejante a la llave de los tiempos de Isaías y ciertamente no se dice: "Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro”. El parece en nada a la variedad de llaves occidentales. Isaías 22:22. El Dr. Johnson dice haber visto en Palestina algunas llaves de tal tamaño como para llevarlas en el hombro un hombre. Vio una llave como de cuarenta y cinco centímetros de grande. Comúnmente las llaves se hacen de madera. La cerradura se pone en el interior del portón o puertecita, y para hacer posible que el dueño de la casa pueda abrirla, se hace un hoyo en la puerta y mete su mano por este hoyo e inserta la llave. En el Cantar de los Cantares 5:4 la novia dice: "Mi amado metió su mano por el agujero (de la puerta)". Ella le vio meter la mano por el hoyo, para abrir la puerta y entrar.

El vestíbulo y las obligaciones del portero. El pasadizo interior lleva basta el patio y es llamado vestíbulo. Está amueblado con algunos asientos para el portero y los criados. Fue en el vestíbulo en donde se efectuó una de las negativas de Pedro. "Y saliendo él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban ahí: También éste estaba con Jesús Nazareno" (Mat. 26:7; Marc. 14:68) –

La obligación del portero, sirviente o miembro de la familia sirviendo en ese empleo, es platicar con cualquier visitante que llame a la puerta y que desee ser admitido. El objeto de ello es dar oportunidad para reconocer la voz del visitante, e identificarlo como amigo. No se espera que la puerta se abra al llamar. El que está dentro dirá: "¿Quién?" y el que está fuera, en vez de dar su nombre, contestará "Yo". En Hechos 12:13 y 14 se dice: "Y tocando Pedro a la puerta del patio, salió una muchacha, para escuchar, llamada Rhode, la cual como conoció la voz de Pedro, de gozo no abrió el postigo". Cuando Rhode había escuchado la voz de Pedro entonces supo quién estaba fuera. Las conocidas palabras del Apocalipsis 3:20 nos presentan la misma idea. "He aquí”, yo estoy a la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz, y abriere la puerta, entraré a él". Debemos reconocer la voz del Salvador que está llamando. Cuando Jesús fue caminando sobre las aguas hacia los temerosos discípulos en la tempestad, no dijo: "Soy Jesús, no tengáis miedo". Dijo más bien, “Yo soy, no temáis" (Mat. 14:27; Marc. 6:50; Juan 6:20). Oyeron SU VOZ y reconocieron que era la de Jesús. Los orientales están muy entrenados para escuchar las voces y por ello reconocen la de un amigo.

El aposento alto en oriente medio


El cuarto superior o cámara es realmente una parte muy indispensable en las casas orientales, y en la Biblia con mucha frecuencia se hace referencia a él. (cf. 2 Reyes 1:2; 23:12; Hech. 9:37; 20:8, etc.) - Aquellos cuyos medios no les permiten tener ese cuarto se conforman con un cuarto hecho con tablas o un emparrado sobre el techo. Pero cuando pueden, construyen ese cuarto. Esto provee un lugar fresco en verano, un lugar de retiro, y si hay un huésped distinguido, se le aloja ahí. Si la casa tiene más de un cuarto en el techo. se le llama casa de verano, en contraste con la casa de invierno que está en la parte baja.

El cuarto más famoso a que se hace referencia en el Antiguo Testamento, es la cámara del profeta, construida para Eliseo, para que tuviese dónde alojarse, y un lugar para oración. Sin duda había una escalera por la parte de afuera que llegaba hasta el cuarto, de manera que el profeta pudiera entrar y salir sin molestar a la familia de la casa. El amueblado del cuarto incluía una cama, una mesa, un banquillo y un candelero (2 Reyes 4:10).

En el Nuevo Testamento tenemos el relato de algunos usos notables en los cuartos superiores. Jesús envió a dos de sus discípulos para conseguir el uso de un aposento para tomar la pascua. Un cuarto superior bastante amplio fue puesto a su disposición. Con los millares de judíos de toda Palestina en Jerusalén a donde habían venido a celebrar la pascua, era de esperarse que quienquiera que tuviese tal cuarto, con todo gusto permitiría que se le diese tal uso (véase Mare. 14:12-16; Luc. 22:7-13). También la reunión de oración que precedió al Pentecostés se celebró en un aposento alto (Hech. 1:13) - Los supervisores lo traducen "aposento alto" más bien que un cuarto superior. Es posible que haya sido el mismo aposento en que Jesús celebró la pascua con sus discípulos. De cualquier manera había venido a ser un lugar de reunión. La traducción de Weymouth dice: "Ellos subieron al aposento alto que era ya su lugar de reunión". Con referencia a la muerte de Dorcas, el Evangelio de Lucas nos dice que su cuerpo fue lavado y puesto en una cámara arriba, de acuerdo con la costumbre de aquellos tiempos. El milagro al ser ella resucitada de los muertos, aconteció después de haber subido Pedro a la cámara alta (Hech. 9:36-41).

El tejado en el oriente medio


Se necesita tener un buen conocimiento de una casa oriental a fin de poder entender bien la historia del hombre paralítico, a quien bajaron a través de un agujero practicado en el techo para depositarlo a los pies del Señor para que lo sanase. Los Evangelios de Marcos y Lucas nos dan el mismo aspecto de la historia. Marcos dice: "descubrieron el techo en donde estaba (Jesús) y haciendo apertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico" (Marc. 2:4) - Lucas nos dice de la siguiente manera: "y por el tejado le bajaron con el lecho en medio, delante de Jesús" (Luc. 5:19). Estos hechos presentan algunas dificultades y varias interpretaciones se han ofrecido para resolver el problema. Daremos aquí las más probables.

La explicación más sencilla es la del Dr. Thompson. El sugiere que las maderas, arbustos espinosos, la mezcla y la tierra del techo fueron rotos y puestos a un lado lo suficiente para meter al enfermo dentro de la casa. El dice que esto pudo haberse hecho y reparado luego el desperfecto. Con frecuencia se practica esta misma operación para bajar el grano o la paja o alguna otra cosa a través del agujero. El mismo da testimonio de haberlo visto. La única diferencia acerca del proceso, con la multitud dentro de la casa, seria la molestia que causaría el polvo.

Parece ser que la relación de Lucas sobre la bajada del paralítico a través del techo presenta una dificultad a esta interpretación. Algunos han considerado que "el tejado o sean las tejas" es una referencia al techo ordinariamente construido en el Oriente. La palabra griega para "tejado" quiere decir, "hecho de barro" y tal palabra puede describir un techo de tierra aplanado con rodillo, dejándole secarse y endurecerse como la arcilla.

Algunos otros maestros de la Palabra tienen una idea distinta de lo que se hizo con el paralítico. Defendiendo este punto de sita, el Dr. Edersheim dice lo siguiente:

"Difícilmente se puede uno imaginar que los que llevaban al paralítico hubiesen cavado un agujero a través del techo. Sin hablar de la interrupción e inconveniencia causadas a aquellos que se encontraban dentro de la casa con dicha operación. Pero tal objeción no tendría caso si nos refiriésemos no al techo principal de la casa, sino al de la galería cubierta bajo la cual creemos que estaba el Señor... En tal caso, debe haber sido bastante fácil destechar la cubierta de tejas y ladrillos, y entonces habiendo hecho el agujero a través de las ligazones que soportan las tejas, bajar su carga en medio y frente a Jesús."

El Dr. Ederheim dice en relación con esto, que tanto en el exterior como en el interior había escaleras que conducían hasta el techo.
Las casas de más de una pieza eran habitadas por personas de mejores posibilidades. Los ricos tenían tanto cuartos bajos como superiores, y por supuesto, el amueblado era mejor. El diván o asiento alto se colocaba en derredor y a la orilla de las piezas. Los ricos adornaban y les ponían piso. Se usaban como asientos durante el día, y por las noches sobre ellos se ponían las camas. Amós habla de la riqueza, y dice que tenían camas de marfil en su tiempo (Amós 6:4). Común mente la cama usada era una colcha y una almohada que podía colocarse en el lugar que se deseaba. En los hogares ricos había en abundancia carpetas, cortinas, y telas para toldos. Es costumbre oriental sentarse en el diván con las piernas cruzadas.

Uso del grano crudo en oriente medio



¿Qué clase de alimentos comían los judíos antiguos? "El alimento ordinario de la mayoría de los hebreos de los tiempos bíblicos, era pan, aceitunas, aceite, suero de manteca, y quesos de sus ganados, frutas y verduras de sus huertos y jardines, y carne en raras ocasiones'. Sólo muy pocas variedades podrían añadirse para tener una lista completa de los alimentos que se usaban en aquellos días.

El comer los granos crudos es una costumbre moderna en Palestina que data de los tiempos más antiguos. (Véase también "Comer el Grano en el Campo" Cap. 19). Los árabes en estos tiempos con frecuencia arrancan las espigas de grano y las restriegan en sus manos, para comerlos. La ley mosaica dice: "Y no comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta este mismo día, hasta que hayáis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios" (Lev. 23:14; cf. Deut. 23:25; 2 Reyes 4:42).

Los discípulos de Jesús comían grano crudo en los campos. "Y aconteció que pasando él por los sembrados en un sábado segundo del primero, sus discípulos arrancaban espigas, y comían, restregándolas con las manos" (Luc. 6:1; cf. Mat. 12:1; Marc. 2:23).

Por lo anterior puede verse que la costumbre de comer grano crudo ha prevalecido por miles de años.

Otro alimento muy común en el Oriente actualmente y que se usa desde los tiempos bíblicos es el grano tostado. Este se prepara con los granos de trigo que no están completamente maduros. Se tuestan en una bandeja o en un comal de hierro. Este grano se come con o sin pan. "Isaí envió grano tostado a sus hijos cuando éstos estaban en el ejército, por mano de David" (1 Sam. 17:17). Abigail incluyó algo de él en su presente a David (1 Sam. 25:18). David también lo recibió de sus amigos cuando andaba huyendo de Absalón (2 Sam. 17:28). Estas Escrituras muestran que el grano tostado se ha usado por siglos.

Uso del pan y verduras en oriente medio


Pan, el principal alimento. Se ha estimado que en el Oriente, tres cuartas partes del pueblo se alimenta de pan o de los productos manufacturados con harina de trigo o cebada. Es incuestionablemente el principal alimento en el Oriente. En la Biblia se usa con frecuencia la expresión tal como "comiendo pan" mientras que los occidentales dicen: "tomando la comida". Cuando en la Biblia se dice: "los egipcios no pueden comer pan con los hebreos" (Gen. 3: 31, 32), quiere decir que ellos no podrán tomar su comida juntamente con ellos. (Véase también Gen. 37:25; Ex. 2:20; I Sam. 28:2225).

La santidad del pan. Los palestinos han sido enseñados a creer que el pan tiene un significado místico y sagrado. En algunos lugares se tiene tanta reverencia hacia el pan que no son capaces levantarse para saludar a un huésped, si están partiendo el pan, juntos, sino que se espera hasta que han terminado para hacerlo. Tal es su actitud hacia el pan.

Puede decirse que esta actitud del pueblo hacia el pan es esencialmente religiosa. Todo acerca del pan, desde que se siembra la semilla basta que se amasan las tortas es hecho en el nombre de Dios. Los orientales sienten la importancia de la petición en la Ora¬ción del Señor: "Danos hoy nuestro pan cotidiano" (Mat. 6:11) - Es a los hombres que realmente aprecian el valor del pan, a quienes primero les dijo Jesús "Yo soy el pan de vida" (Jn. 6:35).

Como ésta es la actitud sagrada del pueblo en relación al pan de vida, de allí que del Oriente viene la costumbre universal de partir el pan y no de cortarlo. Una persona que ha vivido en Palestina dice acerca de los nativos del país: "Ellos nunca usan el cuchillo para cortar el pan, y piensan que es absolutamente malvado el cortar el pan, sino que siempre deben partirlo con sus dedos". El cortar el pan, se piensa que es como cortarse la vida uno mismo. La costumbre de partir el pan en vez de cortarlo, se encuentra a través de las Escrituras. En Lamentaciones 4:4 leemos: "Los chiquitos pidieron pan, y no hubo quien se lo partiese". He allí la expresión de "partir el pan" vino a ser el tomar de una comida todo lo que ésta incluyere. Porque Cristo partió el pan cuando instituyó la ordenanza de la Cena del Señor, la expresión vino a referirse a la ordenanza (Mat. 26:26). "Y comiendo ellos, tomó Jesús el pan y lo bendijo, y lo partió y dio a sus discípulos". Así leemos en Hech. 20:7 "Y el primer día de la semana, juntos los discípulos a partir el pan, Pablo les enseñaba".

Clases de Pan que se usaban. Dos clases de pan se usaban en los días en que los eventos bíblicos tuvieron lugar: pan de trigo, y pan de cebada. Ambos se usan aún en Palestina. Hay entre ellos la siguiente distinción: el pan de cebada es usado por las clases pobres, siendo que sí una familia podía adquirir pan de trigo se consideraba haber llegado a un buen lugar en la escala social.

Tanto en los días del Antiguo Testamento, como en los del Nuevo, había la misma distinción. Cuando el "pan de cebada que rodaba hasta el campo de Madián" en el sueño del soldado madianita (Jueces 7:13), era una indicación de que el enemigo despreciaba a Israel, como la gente más favorecida que comiendo el pan de trigo despreciaba al que comía pan de cebada, y así Dios iba a usar a los despreciados israelitas del ejército de Gedeón para vencer a los orgullosos madianitas. El joven que tenía cinco panes de cebada y los dio a Jesús, y vio que se multiplicaban para alimentar a cinco mil gentes (Jn. 6:9), debe haber pertenecido a la clase más pobre, pero su contribución humilde hizo posible aquel milagro, y la multitud quedó satisfecha con esa clase de pan.

Forma de los panes. En la Tierra Santa, donde prevalecen las viejas costumbres, el pan se elabora en tres formas. Primero, hay los panes pequeños que algunas veces se parecen a los biscuits de Norteamérica. Esta es la clase de pan que el joven tenía y los dio a Jesús. Segundo, hay panes más grandes, casi tan pesados como los panes de Occidente, pero redondos en vez de rectangulares. Los Díez panes que Isaí envió con David al campo de Israel, eran probablemente de esta forma (1 Sam. 17:17). Tercero, hay los panes delgados como papel. Estos son semejantes a los hojaldres americanos, sólo que más grandes, redondos y muy delgados. Algo más del¬gado que la tortilla, pero empleada en forma semejante. Cuando le sirvieron estos panes a un occidental, éste pensó que eran servilletas y principió a usarlos como tales. Esta clase de pan se usa en lugar de los cubiertos que usan los occidentales. Los orientales hacen con ese pan, cuchara - usándola para sopear los alimentos y las salsas. Este pan es bastante flexible, y los hombres lo doblan y lo ponen en su bolsa o morral, llevándolo con ellos, para comerlo cuando lo necesitan.

Cocimiento del pan. El método más primitivo para cocer el pan era el de poner los panes sobre piedras calientes. Un ejemplo escritural de esto es la experiencia de Elías (1 Reyes 19:6) "He aquí' asa cabecera una torta cocida sobre las ascuas".

Otro método sencillo de cocerlo, es cavar en la tierra un hoyo de un metro y medio de profundidad, y de un metro de diámetro. Después de calentar esta especie de horno, la masa se extiende hasta quedar del grueso de un centímetro, entonces se golpea sobre las paredes del horno donde instantáneamente se cuece.
Algunas veces se usa como horno un gran cántaro de piedra. En el fondo de éste se hace un fuego entre algunos pedernales, los cuales retienen el calor. La masa se pone sobre ellos y rápidamente se cuece. Otras veces la masa se extiende hasta quedar muy delgada poniéndose en la parte exterior del cántaro caliente donde se cuece. Piensan muchas personas que fue este horno-cántaro al que se - -en Lev. 2:4, donde dos clases de pan sin levadura tenían que cocerse Los panes de harina fina se cocían dentro del horno-cántaro, y obleas se cocían sobre el exterior de él.

Otro tipo de horno sencillo es una grande vasija de tierra, en que se pone el combustible, y cuando ya la vasija está caliente, panes se ponen sobre el exterior de ella para cocerlos.

En los tiempos bíblicos, cuando el pan se cocía individualmente por cada familia, algunos métodos como los ya descritos fueron probablemente usados en los hogares judíos.

Con frecuencia y en la actualidad, como en los días de las das Escrituras, el pan se cocía ya en horno semi-público, o en horno de un panadero público. Hay pueblos que tienen varios de tos hornos. El tipo de estos hornos consiste en un tubo grande tierra, de como un metro de diámetro, y de uno y medio de largo Se hunde en la tierra en medio de la barraca. Las mujeres se turnan para cocer su pan. El combustible se arroja dentro del tubo, y cuan do éste se calienta con el fuego, y oleadas de humo y lenguas de fuego salen del pozo, la barraca, sin chimenea, principia a aparecer como un cráter activo. Malaquías debe haber visto un horno semejante, cuando escribió las siguientes palabras, "He aquí, Viene el día ardiente como un horno; y todos los soberbios, y todos los hacen maldad, serán estopa" (Mal. 4:1).

Otro tipo de horno oriental es una bóveda larga hecha de piedra parecida a una media caldera de ferrocarril con pavimento de piedra, hacia la mitad, y una tira larga y angosta a cada lado para leña. Todas las noches se saca la ceniza, y con mucha frecuencia los niños de las familias pobres traen un pedazo de hojalata, para llevar en ella a su casa algunas de las brazas del fuego con las que encienden la lumbre en su casa para hacer la cena. Oseas hace mención de "horno encendido por el hornero" (Oseas 7:4) - Esto indica que algunas gentes traen su pan al hornero para que se los cueza. La ciudad de Jerusalén tenía su calle de los panaderos en tiempo de Jeremías (Jer. 37:21).

Las dos clases de verduras usadas en tiempos bíblicos eran las habas y la lenteja. El profeta Ezequiel menciona ambas en un versículo (Ezeq. 4:9).

Las habas se incluyeron en los artículos alimenticios que los amigos de David le trajeron cuando él iba huyendo de Jerusalén, por causa de la rebelión de Absalón (2 5am. 17:28) - El caso bíblico más notorio del uso de la lenteja fue, por supuesto, cuando Esaú vendió su primogenitura por un plato de lentejas con pan (Gen. 25:33 y 34).

El Dr. Thompson dice haber sido invitado a una comida de lenteja encontrándola muy sabrosa con su "fragancia apetitosa y con mi gusto substancioso, que para un hambriento ha de haber sido mucha tentación". Al comer este platillo, el Dr. Thompson hizo lo que los que lo hospedaban hacían, doblando una parte del pan pa¬ra que le sirviese de cuchara, sumergiéndola luego en el plato. El cree que Esaú sin duda usó la misma clase de cuchara de pan al comerse el potaje de lenteja.

La dieta de los israelitas en Egipto incluía las siguientes verdu¬ras: puerros, cebollas y ajos (Núm. 11:15) - En Palestina probable¬mente se usaron la mayoría de ellos. El profeta Isaías menciona "el jardín de pepinos" (Isa. 1:8). También se usaban los guajes como lo sugieren los pasajes bíblicos (Jonás 4:6-10; 2 Reyes 4:39). Las legumbres que deseaban Daniel y sus compañeros para su comida cuando estaban presos, eran probablemente verduras (Dan 1:12). La palabra quería decir originalmente "algo que se siembra" lo que incluía semillas comestibles que se cocinan, tales como lentejas, babas, chícharos, etc. Era una dieta sencilla de verduras que ellos deseaban en vez del alimento rico y bien sazonado de la mesa del rey.

Uso de productos lacteos y frutas en oriente medio


Leche. En los tiempos bíblicos se consideraba a la leche, no sólo como algo que se añadía al alimento al cocinarlo, sino que se consideraba como un alimento substancioso en todas las edades niños eran alimentados con la leche materna (Isa. 28:4) - No sólo usaban la leche de vaca los hebreos, sino también la de la oveja (Deut. 32:14), leche de cabra (Prov. 27:27), y sin duda también la de camella (Gen. 32:15). A la Tierra Prometida se le llamaba también "tierra que fluye leche y miel" (Ex. 3:8; 13:5; Josué 5:6; Jer. 11:5). Lo anterior indica que las tierras de pasto producían leche en abundancia. La forma de leche que continuamente usan los árabes, actual mente le llaman con una palabra leben que quiere decir "blanco -algo semejante a lo que nosotros llamamos "requesón". Para prepararlo ponen leche en una sopera agregándole fermento, el que principia a trabajar. La cubren con un lienzo caliente, y luego que reposa por espacio de un día. Entonces está listo para servirlo. A los árabes les gusta mucho. Ellos dicen de él que "hace que un hombre enfermo se vuelva sano". Si tienen dinero sólo para un plato, lo regular lo toman. Es casi seguro que Abrahán dio de esta leche a sus huéspedes (Gen. 18:8), y también Jael dio de ella a (Jue. 4:19; 5:25).

Mantequilla. Generalmente están de acuerdo los eruditos de Biblia, que en la mayoría de los casos en que la palabra "mantequilla" aparece en nuestra traducción, no quiere decir la clase de mantequilla conocida por los occidentales, sino más bien la palabra “requesón”. Hay dos pasajes que se refieren a la mantequilla, pero ellos lo hacen en forma diferente de la usada por aquellas gentes que viven fuera de las tierras de Oriente. El primer pasaje que menciona la "mantequilla de vaca" (Deut. 32:14), el segundo pasaje se refiere al proceso de hacer la mantequilla, "el que exprime la leche sacará manteca" (Prov. 30:33). El método usado en el tiempo de Biblia es sin duda alguna el mismo que usan los árabes el día de de hoy.

El Dr. Thompson al describir el proceso del que resulta la mantequilla, lo hace en la forma siguiente:

¿Qué están batiendo y sacudiendo esas mujeres con tanto celo en esa grande bolsa suspendida en ese tripié? Realmente es una botella y no una bolsa, hecha de la piel de un pequeño búfalo. Está llena de leche y esa es la manera de batirla. Cuando la mantequilla está hecha, la sacan y la hierven, poniéndola luego en bolsas de cuero de cabra. En invierno parece miel, en verano parece aceite. Esa es la única clase de mantequilla que tienen en ese país".
En lo concerniente al pasaje de Proverbios 30:33, que dice: "Ciertamente el que exprime la leche sacará manteca; y el que recio se suena las narices, sacará sangre", el Dr. Thompson señala el hecho de que la palabra "batir" y la palabra "sonar" son la misma en hebreo. El dice:

“Es el batir la leche que hace la mantequilla, en la misma forma en que las mujeres aprietan y baten la leche en esa bolsa de cuero. No existe ninguna analogía entre el batir la leche y el sonar la nariz hasta que sale la sangre, pero en la operación de los nativos la comparación es casi natural y enfática".

Suero de Manteca. No se menciona en la Biblia, pero sin duda que se usaba, porque ya se ha mencionado el proceso de batir, como queda referido.

Queso. A los árabes de Palestina les gusta mucho el queso. Siempre lo llevan consigo. Su queso es parecido a las rebanadas que se usan en el Occidente, sólo que más gruesas y más grandes, son tan gruesas como la mano de un hombre. Se encuentran apiladas en los mercados. El padre de David le dio diez quesos para llevarlos al capitán del ejército (1 Sam. 17:18). Al rey David también le regaló algunos quesos Barsillai (2 5am. 17:29).

Carne: cuándo se come carne, y de que clase. Por regla general los caracteres bíblicos, como los orientales en los tiempos modernos, no comen carne sino en ocasiones especiales. Se servía carne sólo cuando se bacía una fiesta o se recibía a un huésped. Los ricos y reyes siempre disfrutaban de ella. La provisión diaria de carne de casa del rey Salomón se da en las Escrituras. Para el menú del se mencionan cuatro clases de carnes: carne de vaca, carne de carnero, carne de caza, y carne de aves (1 Reyes 4:23). Abrahán sirvió carne de ternera a sus huéspedes (Gen. 18:7). Al huésped de Gedeón se le proveyó de un cabrito (Jue. 6:19) - El pescado era un artículo muy usado como alimento en las costas de mar de Galilea, en los día de Jesús. Cristo se refirió al pescado cuando habló del hijo que pide a su padre un pez (Luc. 11:11). La Escritura implica que los moradores de las costas vivían casi siempre alimentados de pescado.
Cómo se guisaba la carne. El método de preparar la carne ha sido descrito así:

"Asarla en arador es quizá el método más antiguo de cocinar carne, y es menos común entre los israelitas que hervida, solo los ricos y las clases acomodadas usan la carne azada, como es costumbre el Oriente".
Cuando el pueblo traía las ofrendas, los sirvientes de los hijos de Elí le decían: "Da carne que ase para el sacerdote, porque no tomará de tí carne cocida, sino cruda" (1 5am. 2:15).

Cuando la carne cocida estaba lista para servirse, se dividía pequeños pedazos, y se preparaba un caldo para servirlo con ella preparado con verduras. Este caldo se usaba en días de Gedeón de Isaías.

Entre el tiempo de Elías y el tiempo de Cristo, se introdujeron las aves domésticas y el uso diario de los huevos en Palestina. En Antiguo Testamento hay algunas referencias a lo que pudiera ser el huevo de una gallina, y ésta se encuentra en el libro de Job "¿Habrá gusto en la clara del huevo?" Pero, en el texto amerita ser revisado se traduce así: "¿Habrá gusto en el jugo de la verdolaga?¬”

Es dudoso que se refiera a un huevo. Pero sabemos que el uso del huevo entre los galileos en derredor del lago, era muy común en tiempos de Cristo, porque Jesús habla de un hijo que pide un huevo a su padre (Luc. 11:12).

Dios prometió a Israel "una tierra que fluye leche y miel" (Ex. 3:8; 13:5; Josué 5:6; Jer. 11:15). Las innumerables referencias a la miel o al panal en la Palabra de Dios, son pruebas de que en Palestina abundaban los productos de las abejas. Sin duda que los judíos cuidaban las abejas para que produjeran miel. Así muchas de las citas bíblicas indican que la miel silvestre era muy común. Los lugares favoritos para cazar las abejas eran las cavidades de los árboles, en donde Jonatán descubrió algo de miel y comió de ella (1 Sam. 14:25-27), en los agujeros de las rocas, de donde con frecuencia era extraída (Sal. 81:16); y algunas veces en los cuerpos secos de los animales, como cuando Sansón comió del cuerpo de un león muerto por él (Jue. 14:8, 9).

Los libros poéticos de la Biblia hebrea abundan en comparacio¬nes de la miel. Los juicios de la Palabra de Dios son comparados a ella (Sal. 19:10). Palabras placenteras semejantes a ella (Prov. 16:24), y las novias en los Cantares de Salomón hablan de la miel (Cant. 4:11; 5:1).

En los tiempos del Nuevo Testamento Juan el Bautista se alimen¬taba con langostas y miel silvestre allá en el desierto (Mat. 3:4). Y cuando Jesús quiso probar a sus discípulos que su cuerpo resucitado era un cuerpo real, pidió alimento y le dieron parte de un pescado asado, con miel (Luc. 24:41-43).

El Dr. Thompson relata que "en las grietas de un precipicio sobresaliente en Wady el Kurn los enjambres de abejas han hecho su hogar. Se bajó a un hombre con cuerdas sobre las rocas, bien protegido de un ataque de las abejas, y pudo extraer una gran canti¬dad de miel. Este incidente es reminiscente de la expresión de Moisés en su canto de despedida: "E hizo que chupase miel de la peña” (Deut. 32:13).

Olivas y aceite de oliva. La oliva se usa mucho en escabeche pero la mayor parte de la cosecha se usa para fabricar el aceite de oliva. En el Oriente, el aceite de oliva toma el lugar de la mantequilla, y es usado para cocinar. Un examen de las Escrituras indicará lo importante que era un alimento cocinado con aceite de oliva. La viuda que alimentó a Elías le dijo: "Que no tengo ni un pan cocido, que solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y poco de aceite en una botija" (1 Reyes 17:12). Ella había dependido grandemente en el pan y aceite para su alimento, pero la existencia de ambos estaban terminándose. El milagro de Elías hizo multiplicación del sustento "Y la tinaja de la harina no escasearan no menguó la botija del aceite, conforme a la palabra de Jehová que había dicho por Elías" (1 Reyes 17:16). La ofrenda de grano de la ley mosaica requería harina fina sin levadura, mezclada con aceite, azada en un sartén (Lev. 2:5). Y el profeta Ezequiel, al relatar a Jerusalén todas las bendiciones anteriores de Jehová, le decía: "Comiste flor de harina de trigo, y miel, y aceite" (Ezeq. 16:13).

Higos. En los tiempos del Antiguo Testamento esta fruta muy común, especialmente se usaban los higos secos. Abigail llevó doscientas pastas de higos a David (1 Sam. 25:18). Una pasta de higos también le fue dada al egipcio para revivirlo (1 Sam. 30:12). A David también le llevaron pasitas de higo cuando estaba en hebrón, en tiempos del gran regocijo (1 Cron. 12:40).

Uvas y pasas. Durante los meses de septiembre y octubre, primeras uvas maduras se comen con pan como uno de los principales alimentos. Deben haberse cosechado muy buenas uvas en Canaán porque dos de los espías trajeron grandes racimos de uvas llevando dos en un palo, los que encontraron en el Valle de Escol (Núm. 13:24). Cuando los judíos vivieron en Palestina, las pasas eran de gran consumo. Abigail dio a David cien hilos de pasas (1 Sam. 25:18). También le fueron traídas a David pasas cuando estaba en Hebrón (1 Cron. 12:40, y otra vez cuando huía de Absalón, recibió gran cantidad de ellas (2 Sam. 16:1).
Granadas. Hay en la tierra de Palestina algunas variedades de granadas dulces y amargas. El jugo de la variedad de granadas amargas se usa en lugar de los limones cuando éstos están escasos. La granada era grandemente estimada como fruta en los primitivos tiempos bíblicos, pues fue mencionada por Moisés como una de las excelencias de la Tierra Prometida (Deut. 8:8). El Cantar de los Cantares hace mención de los frutos del granado, de árboles, y de vino adobado con su jugo (Cant. 4:13, 6.11, 7.12, 8.2).

Los muebles para la comida en oriente medio


Mesa. En muchos casos la costumbre árabe parece indicar a los occidentales que ellos no necesitan de mesa para servir su comida. En la actualidad, una estera extendida sobre el suelo les sirve de mesa. Este es el caso especialmente en la tienda árabe. Esta es la pri­mitiva mesa semítica de los tiempos del Antiguo Testamento, porque la palabra hebrea Shool-khawn, se traduce "mesa", y como lo in­dica su raíz, una estera de piel o de cuero extendida sobre el suelo.

Teniendo en vista esta clase de mesas podemos entender lo que el salmista dice de sus enemigos, "que su mesa sea lazo delante ellos". Lo que quería decir David era, "que sus pies sean enlazados en ella", pues está extendida en el suelo.

*Si los árabes fueran a usar por mesa algo que no fuese estera, entonces usarían un banquillo poligonal de unas catorce pulgadas de altura en derredor del cual se sentarían los que participa de la comida.

Sillas. Con una tal mesa en uso, se notaba la falta de sillas occidentales. Con referencia al uso de sillas en los tiempos bíblicos, se ha dicho: "En ocasiones ordinarias se sientan o agachan en derredor de una mesa baja, mientras que cuando están en comidas de ceremonia, se sientan en sillas o banquillos". Las veces que la Biblia habla del uso de sillas o banquillos en las comidas, incluye a hermanos de José sentados en banquillos en el banquete de Egipto (Gen. 43:33); y de David al tener un asiento en la mesa del Saúl (I Sam. 20:5-18). Ambos casos están relacionados con realeza o alta posición. En ocasiones ordinarias la "silla" usada la mayoría de los israelitas era el suelo sobre el cual se extendía una alfombra o estera.

Vasijas. En una comida oriental, los únicos platos usados son que sirven para poner el alimento en la mesa; no se ponen a cada uno que va a tomar la comida. Con frecuencia sólo hay plato para el alimento, y éste consiste en una artesa o cesta de trabajo, o un plato de cobre. Jesús habló del que le iba a entregar "El que mete la mano conmigo en el plato" (Mat. 26:23; Marc. 14:20). Al agasajar a un huésped, Gedeón puso la carne en canasta y el caldo en una olla.

*De acuerdo con la costumbre general de los árabes la posición más usual al comer era sentarse derecho en el suelo a la mesa baja con las piernas ya sea dobladas bajo el cuerpo, o hacía atrás como si fueran a arrodillarse. Ya sea en la tienda en el desierto de los beduinos, o en la casa sencilla de un campesino, ésta debería ser posición de los que tomaban su comida. Debemos tener la seguridad que ésta era la posición de la gente en general en los días de la Biblia, en la mayoría de los casos. La excepción a esta regla es la costumbre de la gente rica, o las costumbres gentílicas en ocasiones especiales, tales como fiestas o cenas. De esto trataremos después en los capítulos posteriores. Para nosotros es fácil imaginar a Eliseo y a los hijos de los profetas comiendo en la posición oriental usual,  cuando se dice, refiriéndose a ellos: "Y los hijos de los profetas estaban con el por lo que dijo a su criado: Pon una gran olla" (2 Reyes 4:38).

Las oraciones por las comidas en oriente medio


Antes de principiar a comer, los árabes y cada persona que los acompaña repiten ante el dueño de la casa algunas palabras de gratitud como “En el nombre de Dios", o "Alabad a Alá", o "Dios sea alabado”.

Lo judíos tenían el hábito, en los días del Antiguo Testamento, dc orar a la hora de las comidas, y si estaba presente algún profeta, se esperaba que él lo hiciese. Con referencia a Samuel, cuando Saúl comía el sacrificio con él, decía: "él haya de bendecir el sacrificio, y después comerán los convidados" (1 Sam. 9:13).

En relación con el milagro de Jesús cuando aumentó a las cinco mil personas nos dice Juan: "Y tomó Jesús aquellos panecillos, y habiendo dado gracias repartió a los discípulos” (Juan 6:11). Y en lo que respecta a la alimentación de los cuatro mil, Mateo con cuidado incluye la bendición en su historia. "Tomando los siete panes y los peces, haciendo gracias" (Mat. 15:36).

El Dr. Edersheim da a entender que Cristo puede haber hecho una oración dc gracias extemporáneas, o puede haber usado la fórmu­la de los judíos en su tiempo como acción de gracias por la comida. Esta es la fórmula: "Bendito tú Jehová nuestro Dios, Rey del mun­do, que haces que brote el pan de la tierra”,

Era costumbre entre los judíos de aquellos días, hacer una se­gunda oración de gracias al terminar la comida. Para ello se basaban en Deuteronomio 8:10. "Y comerás' y te hartaras, y bendecirás a Jehová tu Dios, por la buena tierra que te habrá dado". Al decir estas oraciones, era costumbre que los huéspedes lo hicieran en voz alta, y el resto decía, Amén, o repetían algunas palabras de la oración.

Costumbres para comer en el oriente medio


Puede decirse en general, que los árabes cuando comen no usan cuchillos, tenedores, cucharas, platos ni servilletas, cosa considerada como esencial para los occidentales. Pues dicen: "¿Para qué nece­sita el hombre una cuchara cuando Dios le ha dado tantos dedos?" Panes tan gruesos como una gruesa franela, hacen la vez de cucharas, hasta cierto punto. Un pedazo de este pan se dobla en forma que permita poner en él algo de alimento.

Usan el pan para sacar el líquido de cualquier plato, tal como sopa, salsa o jugos. Todo pedazo de pan que así se usa, se come el alimento que contiene.

Usualmente se sirve la carne en un plato grande y sencillo, y comen tomándolo con los dedos. El caldo se sirve en un plato separado y se usa para humedecer el pan. Este método de comer es limpio, como se puede suponer.

La invitación hecha por Booz a Ruth para comer con sus trabajadores, indica que esta misma costumbre se usaba en aquellos días: "Y Booz le dijo a la hora de comer: Allégate aquí, y come del y moja tu bocado en el vinagre" (Ruth 2:14).

En la Ultima Cena Jesús dijo a sus discípulos, "El que mete la mano conmigo en el plato, ése me ha de entregar" (Mat. 26:23) Aun más, él habló de meter cierto pedazo de la comida llamada pan mojado" en el plato (Juan 13:26). Baste decir, que la mayoría de las costumbres orientales actualmente se refieren a la comida de antaño, no sólo en los días de nuestro Salvador, sino en la era del Antiguo Testamento.

Después de una comida típica oriental, el lavarse las manos es sentido esencial. Si hay algún sirviente, él es el que trae la del agua y la jofaina, poniendo el agua sobre las manos de los participaron de la comida. Sobre los hombros, el sirviente toma una toalla para que se sequen las manos. Se hace esto entre cuando no hay sirviente que lo haga. Que esto de derramar él en las manos se usó en tiempos antiguos, ya se ha visto al tratar lo concerniente a lavarse las manos antes de comer.

La costumbre de invitaciones a un evento en oriente medio


Ya que el menú diario de la comida oriental es y siempre ha sido sencillo, necesitamos decir algo acerca de aquellas ocasiones especiales cuando una mejor y costosa comida se tiene que servir. La Escritura abunda en relatos de estas ocasiones formales, tales como casamientos, cumpleaños, y otras ocasiones cuando huéspedes distinguidos son invitados y se sirve una comida magnífica.

En algunas partes de Oriente la costumbre de invitaciones dobles a un agasajo se ha observado, algún tiempo antes de verificar la fiesta, se envía una invitación; y luego, cuando se acerca la fecha, se envía un sirviente, esta vez para anunciar que todo está listo. Hay algunos ejemplos de esta costumbre en la Biblia. El rey Asuero y Amán fueron invitados por Esther a una fiesta, y cuando todo estuvo preparado los chambelanes del rey fueron a traer a Amán (Esther 5:8; 6:14). Otro ejemplo tenemos en la parábola del casamiento del hijo del rey: "El reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que hizo bodas para su hijo, y envió sus siervos para que  llamasen a los llamados a las bodas" (Mat. 22:2, 3) También parábola de la gran cena tiene esta doble invitación: "Un hombre hizo una grande cena, y convidó a muchos. Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que está todo preparado" (Luc. 14:16, 17).

Las palabras de Cristo, deben entenderse desde un punto vista oriental, cuando se refiere a la parábola: "Y dijo el señor a su siervo: Ve por los caminos y por los vallados y fuérzalos a entrar para que se llene mi casa" (Luc. 14:23). Una breve y concisa invitación estilo americana y la pronta aceptación de ella se consi­deraría en Oriente, como poco digna. En Oriente el invitado no debe aceptar de inmediato, sino que se espera de él que rechace la invitación. Deben urgirle a que acepte, aunque él desde el principio haya pensado aceptar, debe conceder a la persona que lo invita privilegio de que "le compela a aceptar". Fue así seguramente Lidia como debe haber hecho, y Pablo y sus compañeros deben haber aceptado la invitación de su hospitalidad. "Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad: y constriñónos” (Hech. 16:15).

Cuando uno de los fariseos invitó a Jesús a su casa a comer, el Salvador no aceptó de inmediato la invitación, aunque finalmente fue: "Y le rogó uno de los fariseos, que comiese con él" (Luc. 7:36).
Todo esto era guardar las costumbres orientales.

Costumbres y posturas en un banquete en oriente medio

Los banquetes antiguos se celebraban por lo regular por las noches, y en habitaciones brillantemente iluminadas, y cualquiera persona a quien se excluía de la fiesta, se decía de ella "que había sido arrojada de la luz a las tinieblas de afuera" en la noche. En las enseñanzas de Jesús, tal expresión venía a ser semejante al día del juicio. "Mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afue­ra" (Mat. 8:12) - "Atado de pies y de manos tomadle, y echadle en las tinieblas de afuera" (Mat. 22:13). "Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera: allí será el lloro y el crujir de dientes" (Mat. 25:30). La expresión de "las tinieblas de afuera" toma un nuevo significado, cuando se piensa en el miedo que los orientales tienen a la oscuridad de la noche. En Oriente la lámpara se mantiene encendida toda la noche. El dormir en la oscuridad como los occidentales hacen, viene a ser una experiencia terrible para los orientales. Por causa de este miedo a la oscuridad, el Señor no po­día haber escogido palabras más apropiadas que "las tinieblas de afuera" para representar el castigo futuro para los injustos.

Como ya hemos observado, en ocasiones ordinarias la gente de los tiempos bíblicos se sentaba o se agachaba en el suelo en derre­dor de una mesa baja a la hora de la comida. En círculos reales o en ceremonias especiales, se proveía de asiento a los comensales al­gunas veces. El profeta Amós fue el primer escritor sagrado que se refirió a la costumbre de tenderse "sobre sus lechos", al comer (Amós 6:4). Para el tiempo de Cristo, ya la costumbre romana de reclinarse sobre las butacas a la hora de la cena había sido acepta­da en algunos círculos judíos. A la mesa romana y los canapés com­binados, se les llamó triclinios. Había tres canapés que eran colocados a los lados de un cuadro; el cuarto lado quedaba abierto, que la servidumbre pudiera entrar a atender a los comensales, posición del huésped era reclinando la parte superior del que descansando sobre el brazo izquierdo, con la cabeza levantada, y almohadón a la espalda, y la parte inferior del huésped tendiendo hacia afuera. La cabeza del segundo huésped quedaba opuesta pecho del primer huésped, de manera que si él deseaba hablarle secreto sólo tenía que inclinarse sobre su pecho.

Esta costumbre en la mesa del banquete, arroja luz sobre tos pasajes de los cuatro Evangelios. En una ocasión el apóstol hizo una pregunta a Jesús cuando estaban en esta posición en cena. (Jn. 13:23-25). En la historia del Rico y Lázaro, cuando dijo: "Que murió el mendigo y fue llevado por los ángeles al de Abraham" (Luc. 16:22), sin duda que quiso implicar que él reclinaba sobre su pecho. Esto es muy claro a luz de la descripción hecha por Cristo de la fiesta celestial: "Y vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham, e Isaac, y Jacob el reino de los cielos" (Mat. 8:11). También la posición de reclinarse en la mesa indica cómo las mujeres podían venir y lavar durante la comida los pies de Jesús (Luc. 7:38).

Alimento y agasajo en el medio oriente


Cuando los fariseos eran invitados a un banquete, siempre codiciaban los lugares de más alta distinción en la mesa. Jesús les condenaba por su orgullo. Refiriéndose a ellos dijo: "Que. . . aman primeros asientos en las cenas" (Mat. 23:6). Cuando Jesús fue huésped en la comida del fariseo, dijo a los demás huéspedes una parábola, al notar cómo los fariseos buscaban los mejores lugares mesa. Aquí damos la parábola habiéndola traducido el Sr. Robertson del Evangelio de Lucas (Luc. 14:8.10). "Cuando por alguien fueres invitado a la fiesta de una boda, no te reclines en el puesto de honor, no sea que otro más honrado que tú esté por él convidado; y que el que te llamó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comenzarás con vergüenza a tomar y quedarse en el último lugar. Mas cuando fueres convidado, ve, y, reclínate en el pos­trer lugar, de manera que cuando viniere el que te invitó, te dirá; amigo, sube más arriba. Entonces tendrás honra delante de todos los que fueron convidados contigo".

En muchos hogares de nativos, un cuarto tiene el piso más alto, siendo en este cuarto donde a los invitados de honor se les asignan lugares, y a los menos honrados en el piso de más bajo nivel. El lugar de honor especial sería a la derecha del patrón, y el siguiente que le sigue en categoría será el de su izquierda. Santiago y Juan solicitaron esos lugares en el reino de Cristo (Marc. 10:35-37). Pero Jesús aconseja a los huéspedes tomar el último lugar. ¿Dónde que­daba colocado ese lugar? Era en el piso de nivel bajo y muy cerca de la puerta. El huésped que tomaba ese lugar humilde, podía ser invitado por el dueño de la casa a tomar un mejor lugar y lejos de la Puerta.

El profeta Amós, no obstante haber denunciado la glotonería a excesos pecaminosos, nos ha dado la descripción de la comida, bebida y otras costumbres orientales en los banquetes. Así lo describe él: "Duermen en camas de marfil. . . y comen los corderos del rebaño, y los becerros de en medio del engordadero; gorjean al de la flauta e inventan instrumentos músicos, como David; beben vino en tazones, y se ungen con los ungüentos más preciosos" ( 6:4-6).

En la carne que se come en estas cenas, se incluyen los mejores corderos del rebaño y los becerros engordados. El vino en las fiestas se consideraba como algo de lo más importante. El tocar en instrumentos de cuerda era otra actividad, y los huéspedes evidentemente competían unos con otros al ungirse los cuerpos con los mejores ungüentos.

El baile era otra parte del entretenimiento en aquellas fiestas. Cuando el Hijo Pródigo volvió al hogar, su padre hizo fiesta, y música y baile (Luc. 15:24, 25). El baile era una diversión de las mujeres hebreas y las señoritas, especialmente cuando estaban contentas. Los hombres también participaban, como cuando danzó al traer el arca a Jerusalén (2 Sam. 6:14). Pero con frecuencia era actividad del sexo femenino (cf. Jer. 31:4). No hay ninguna referencia en la Escritura que los judíos bailaran con mujeres, como es ahora la costumbre en Occidente. Tampoco algo que indique que hubiese bailes públicos de mujeres, hay en algunos lugares de Oriente en la actualidad. El baile de la hija de Herodías (Mat. 14:6), delante de los hombres en un banquete sensual, fue la clase de baile introducido entre los judíos la influencia corrompida de los griegos.

Trato para los enemigos como huèspedes en oriente medio


Amigos como huéspedes. Un amigo es siempre bien recibido y goza de hospitalidad en oriente. Los romanos del tiempo del Nuevo Testamento tenían una señal de hospitalidad entre sus amigos, que consistía en una teja de madera, o piedra, que se dividía por mitad. Cada uno escribía su nombre en uno de tus pedazos, luego los cambiaban entre sí. Con frecuencia éstos eran guardados y entregados de padres a hijos. El presentar una de las partes de la teja garantizaba la hospitalidad de un amigo sincero. Sin duda alguna, el libro de Apocalipsis se refiere a esta costumbre como una de las promesas a los vencedores: "Y le daré una piedrecita blanca en la piedrecita un nombre nuevo escrito'' (Apoc. 2:17).

Extranjeros como huéspedes. Hay en Oriente un proverbio que dice: "Los árabes beduinos, actuales. como Abraham, se sentarán a la entrada de su tienda para estar a la expectativa de huéspedes extranjeros” (Gen. 18:1). El Apóstol bajo inspiración, mandó referente a la hospitalidad de este tipo de huéspedes: "No olvidéis la hospitalidad, porque por esto algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles” (Heb. 13:2). Y cuando Pablo exhortó a los creyentes romanos a "ser hospitalarios” (Rom. 12:13), se refería a la misma cosa, porque la palabra griega que utilizó por hospitalidad, filoxenía quiere decir “amor hacia los extranjeros”.

Un rasgo característico de la hospitalidad oriental es que algunas veces se recibe a un enemigo como huésped, y mientras él permanezca en esa relación, está perfectamente seguro y es tratado como un amigo*. Hay algunas tribus orientales de los moradores en tiendas que tienen por regla que un enemigo que ha "una vez demostrado o tocado una soga de una sencilla tienda, está a salvo".

*Debemos guardar en la mente la costumbre del comer oriental para poder entender el significado de las palabras y hechos de Jesús con relación a Judas Iscariote durante la Ultima Cena. En la narra­ción de Marcos se lee: "Díseles Jesús: De cierto os digo que uno de vosotros, que come conmigo, me ha de entregar. Entonces ellos co­menzaron a entristecerse y a decirle cada uno de por sí: ¿Seré yo? y otro, ¿Seré yo? Y él respondiendo les dijo: Es uno de los doce que moja conmigo en el plato" (Marc. 14:18-20).

Algunas personas piensan que Judas estaba en posición de mojar al mismo tiempo con Jesús en el plato, y que por eso fue señalado como el traidor. Pero esto difícilmente pudo ser, ya que los otros discípulos no descubrieron quién era el traidor por las palabras de Jesús. Ya que todos habían estado comiendo del mismo plato gran­de, las palabras de Jesús "el que moja conmigo en el plato" no identificaba a ninguno de ellos; todos ellos al igual que Jesús, habían estado mojando la sopa en el plato con él. Jesús sólo les informaba que uno de ellos que comía con El vendría a ser el traidor.

Cristo, al dar la sopa a Judas, lo hacía con cierta costumbre oriental que aún se observa en los tiempos modernos. Juan reporta el hecho en la forma siguiente: "El entonces recostándose sobre el pecho de Jesús, dísele: Señor, ¿quién es? Respondió Jesús Aquel es, a quien yo diere el pan mojado. Y mojando el pan, diólo a Judas Iscariote" (Jo. 13:25, 26).

¿Qué se da a entender por "la sopa"? Es la migaja más sabrosa del pan que se sirve en una fiesta. Puede servirse en la "cuchara de pan", pero más frecuentemente lo toma él del plato con su pulgar y otro dedo, dándole directamente a uno de los huéspedes.

Pero ¿por qué se da la sopa a uno de los huéspedes? Un nativo residente en las tierras bíblicas dice que ciertos pueblos allá tienen la costumbre de dar la sopa en la actualidad, y describe el acto de manera siguiente:

“Para ellos es una muestra de especial respeto que el dueño de fiesta dé a los huéspedes algunas porciones de lo que tiene delante o insiste en poner bocados o sopas en sus bocas con su propia mano. Esto lo han hecho conmigo en varias ocasiones, cuando ciertamente intención era honrar y manifestar buena voluntad".
El significado de lo que Cristo hizo entonces era ciertamente tender su mano y amistad al mismo que iba a traicionarlo. El se ha descrito como si Cristo dijera al traidor:

"Judas, mi discípulo, te tengo piedad infinita. Tú has probado falso, tú has desertado de mi corazón; pero no te trataré como enemigo, porque no he venido a destruir, sino a cumplir. Aquí está mi sopa de amistad, y lo que haces, hazlo pronto".

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