EL GANADO
El ganado doméstico en Palestina ha sido semejante al que se cría en el Occidente, sólo que no hay tantas clases de crías. En el tiempo de la prosperidad de Israel, los ganados eran mucho más numerosos de lo que han sido entre los árabes de hoy, y probablemente estaban mejor desarrollados los animales. Los antiguos judíos usaban el ganado para los sacrificios, y con este propósito, tenían que ser sin defecto. Los árabes no usan mucho el ganado para carne, y más bien comen la carne de cabra o de oveja. En la Biblia, se usan varias palabras para indicar el ganado. La palabra "buey" a menudo se usa, y algunas veces se indica que este animal fue engordado para la mesa. "Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, que de buey engordado donde hay odio” (Prov. 15:17). Las palabras "toro" y "novillo" se usan en la Escritura para designar un animal macho. El novillo era uno de los animales que podían ofrecerse bajo la ley de Moisés como ofrenda quemada. (Lev. 1:5). Las vacas que daban leche, algunas veces llamadas "vacas de leche" eran de uso común (1 Sam. 6:7; Deut. 32:14). Los becerros a menudo se usaron en tiempos bíblicos para comer. Pero el principal uso de los bueyes era para la agricultura en sus varias actividades, los judíos usaban los bueyes donde el agricultor moderno usa el caballo. A los bueyes se les ponía bajo el yugo y se les hacía tirar del arado. Se usaban tanto las vacas como los toros, éstos últimos habiendo sido castrados. "Eliseo. . . que araba con doce yuntas delante de sí” (1 Reyes 19:19). Se usaban también los bueyes para trillar cl grano. "No pondrán bozal al buey cuando trillare” (Deut. 25:4).
En Palestina, durante parte dcl año, al ganado se le deja pastar. En las secciones mas habitadas, un joven servirá de pastor para ver que no hagan daños. Pero en las partes menos pobladas algunas veces los agricultores dejan suelto el ganado dejándolo buscas su propia pastura. Al hacer esto, toman las características de un animal salvaje. La Biblia hace referencia a algunos de estos hábitos. El salmista decía: "Hanme rodeado muchos toros; fuertes toros de Basán me han cercado. Abrieron sobre mí su boca como león rapante y rugiente” (Sal. 22:12). El profeta Joel se refiere a la costumbre de soltar el ganado para que busque su propio alimento. “¡Cuánto gimieron las bestias! ¡Cuán turbados anduvieron los hatos de bueyes, porque no tuvieron pastos”(Joel 1:18). Bajo las espantosas condi¬ciones descritas por cl profeta, el ganado no podía encontrar pastos.
Uso especial del becerro gordo. El “becerro gordo” como lo usaban los judíos, servía un propósito especial. Este becerro se engordaba en el pesebre como lo indica el profeta Malaquías: "Y saldréis, y saltaréis como becerras de la manada” (Mal. 4:2). Al animal que sólo se le deja comer todo lo que desea, sino que se le fuerza a comer más. Toda la familia y especialmente los niños, se interesan en alimentarlo. Es engordado para matarlo en alguna ocasión especial. Hay dos ocasiones en que puede matarse este animal. Primero, si se va a recibir y honrar a un huésped especial, entonces se mata el becerro. Cuando la pitonisa de Endor agasajó al rey Saúl con una comida, el relato dice de ella: "Y aquella mujer tenía en su casa un ternero grueso, al cual mató luego” (1 Sam. 28:24). Y el bien conocido ejemplo del Nuevo Testamento era cuando el padre del Hijo Pródigo dijo a sus siervos: “Traed el becerro grueso, y matadlo y comamos y hagamos fiesta” (Luc. 15:23). Era costumbre matar cl animal y cocinarlo, luego comerlo en sucesión rápida. Abrahán, Gedeón, Manon, la pitonisa de Endor, lo mismo que el padre del hijo Pródigo, son ejemplos de ello. Los árabes beduinos hacen lo mismo cuando inesperadamente les llega un huésped. Los orientales parecen ser expertos en el arte. Segundo, el "becerro grueso" era muerto algunas veces como un sacrificio especial al Señor. El profeta Amós lo menciona: "No los recibiré, ni miraré a los pacíficos de vuestros engordados” (Amós 5:22).
P E R R O S
Hay dos clases de perros a los que se refiere la Biblia. Primero, hay uno semejante al lobo, criatura de pelo corto, que hace guardia sobre la tienda o la casa, y que ladra fieramente a los extraños que pasan por allí. Estos animales comen cualquier basura que se les arroja, y por las tardes se les oye ladrando por la ciudad (cf. Sal. 59:6). Algunas veces se le permite estar bajo la mesa listo para recibir las migajas que le den (cf. Mat. 15:27). Segundo, hay también el perro pastor que sale con el pastor y ayuda a juntar las ovejas. Job habla de estos animales como "los perros de mí ganado” (Job 30:1). Ya que estos perros se conocen como basureros, la Biblia no usa la palabra "perro" como los occidentales lo conceptúan es decir, (como animal domesticado y mimado). El precio de un perro nunca se llevaba a la casa de Dios (Deut. 23:18). El llamar a cualquier individuo "perro" era considerado muy despreciable (Apoc. 22:15). La actitud del oriental hacia los perros debe tenerse en la mente al interpretar las Escrituras en lo que a ellos se refiere.
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