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En todos los campos de la actividad humana influyo poderosamente el Islam, en la organización política, los califas y posteriormente los sultanes fueron soberanos absolutos, con la plenitud de la autoridad; nombraban a los emires para las provincias y a los cadis para la aplicación de la justicia; la estratificaron social consistía en varios estamentos: los musulmanes o adeptos que ocupaban los altos cargos del estado y el ejercito y eran dueños de las tierras; los conversos, gentes de las provincias convertidos al Islam, poseedores de rebaños, pequeños comerciantes; los infieles cristianos y judíos, que tenían que pagar impuestos y servir a los demás. Los paganos que no profesaban religión monoteísta eran perseguidos.
Organización económica
La economía de subsistencia fue la base, en la agricultura, dada las condiciones del territorio, emplearon el regadío artificial y el cultivo en terrazas; la ganadería de pastoreo de cabras, ovejas y camellos; en la cría de caballos de guerra se tomaron en expertos; explotaron las minas y desarrollaron algunas industrias especialmente en tejido de telas y alfombras; pero la gran actividad árabe fue el comercio, las caravanas de camellos cubrían inmensas distancias por los desiertos de arena y los barcos árabes cruzaban airosos. Los mares Mediterráneo, Rojo, de Omán, Caspio y Aral; las mercancías iban desde Europa hasta el Lejano Oriente y en el sentido inverso.
La cultura Árabe
Los musulmanes no fueron creadores de cultura, en cambio fueron los grandes intermediarios de la divulgación cultural; tomaron los elementos culturales de Egipto, de Grecia de Roma y de Bizancio, los tomaron para si y los transmitieron a otros pueblos. Así por ejemplo, tomaron los elementos matemáticos de los hindúes y los convirtieron en el álgebra y trigonometría, conocieron la astronomía de los caldeos y la hicieron propia; de los griegos copiaron los principios filosóficos y científicos y los acrecentaron en los centros de Bagdad; en las ciencias medicas alcanzaron grandes avances especialmente en la cirugía, derivada de los heridos de guerra, la alquimia y la oftalmología, tal vez por el exceso de luz de los desiertos; de la distante China trajeron a Europa los grandes inventos de la pólvora la brújula, el papel de trapos y la imprenta de madera.
La literatura árabe es la mas imaginativa y sensual, sus grandes cuentos y novelas y su poesía erótica, son famosas; la mas destacada de todas sus obras, fuera del Corán son las Mil y una Noches colección de mil y un cuento que describen hermosamente la vida y costumbres de los musulmanes de la época.
El Imperio Turco Otomano
Al despuntar el siglo XIX, el Islam conservaba la vitalidad que lo había originado en el siglo VII. El imperio turco otomano era el mas grande y poderoso de los Estados musulmanes, pero a mediados del siglo XIX comenzó a dar muestra de debilidad. A pesar de las reformas emprendidas a su interior, no logro superar la crisis. Por este motivo cayo; junto con otros Estados musulmanes, bajo el área de influencia europea.
El Imperio a comienzos del siglo XIX
Para finales del siglo XVIII el Imperio otomano ocupaba la península de los Balcanes, la de Anatolia y se extendía hacia el sur, principalmente hacia la península arábiga y el norte de África. Un factor que favoreció su poderío económico y político fue el dominio marítimo. El Imperio turco cubrí casi la mitad del Mediterráneo, con dominio sobre las islas griegas. también el mar Negro entraba en sus dominios, al igual que buena parte del mar Caspio, el golfo Pérsico y el mar Rojo. El espacio continental tenia como centro la región de los Balcanes y de Anatolia y en su periferia se encontraban Hungría, Rumania, Besarabia, Ucrania, Crimea, el Cáucaso, Armenia, Azerbaiyán, Egipto, Libia, Túnez y Argelia.
Al norte de África tenia dos condiciones geográficas que la hacían apetecible para los europeos: su costa sobre el Mediterráneo y el lugar más estrecho entre el mediterráneo y el mar Rojo, ideal para construir un canal interoceánico. Este se encontraba en Egipto. Allí, a mediados del siglo XIX, la debilidad del Imperio turco favoreció la aparición del líder Mohamed Alí, quien consiguió la autonomía frente al imperio. Entonces franceses e ingleses se hicieron presentes en la zona y bajo presiones lograron el derecho a la construcción de ferrocarriles y al canal de Suez.
Soliman el Magnifico (1494-1566). Este sultán otomano dio un impulso definitivo al expansionismo del Imperio turco otomano.
La declinación
El Imperio turco otomano fue fundado hacia el 1280, sobre las bases del antiguo Imperio Islam de las abbasies, y alcanzo su apogeo con la toma de Constantinopla en 1453, su mas grande expansión la logro a finales del siglo XVII. Luego durante el siglo XIX, comenzó a causa de:
· Divisiones religiosas. Dentro del Islam había varias tendencias religiosas, muchas de ellas consideradas heréticas, por lo cual se dieron numerosos disturbios sociales y luchas internas.
· dependencia económica. Desde el siglo XVIII; la economía del Imperio fue absorbida por el desarrollo del capitalismo mercantil. Las materias primas entonces se encaminaron hacia Europa y a su vez los productos occidentales se volvieron indispensables.
· Crisis del Estado. Las instituciones del gobierno entraron en crisis dando lugar a una fuerte reacción contra el poder central, el cual comenzó a desmoronarse.
además, el Imperio Turco estaba compuesto por muchos pueblos, todos ellos con múltiples problemas. Por ejemplo, los armenios se encontraban presionados por Persia y Rusia; los kurdos buscaban un asentamiento al interior del país armenio; los árabes aceptaban la autoridad del sultán, porque este hacia respetar la ruta de peregrinación a la Meca. Estos y muchos otros grupos, comenzaron a buscar la independencia del poder central.
La población del territorio dominado por los turcos otomanos era muy variada; entre ellos se encontraban: montañeses nómadas y seminómadas, habitantes de las llanuras, insulares, nómadas de las estepas, nómadas del desierto y población urbana. La población en un conjunto, se dividía en dos: a la elite gobernante se la llamaba otomanos, y al resto de la población reaya que quería decir “rebaño”.
Hasta el siglo XIX no existió una lengua oficial en el imperio. Por lo general se hablaba el idioma propio de cada una de las regiones que componían el Imperio: turco, árabe, griego, búlgaro, etc. El griego se utilizaba para el comercio; la lengua culta era el árabe clásico y en las escuelas, o madrazas, se enseñaba el árabe y el persa. Aun así la población dominante eran los turcos, y con el paso del tiempo, de la mezcla del árabe, el turco y el persa se formo una nueva lengua conocida como otomana, la cual fue lengua oficial desde 1839.
Organización económica
La economía de subsistencia fue la base, en la agricultura, dada las condiciones del territorio, emplearon el regadío artificial y el cultivo en terrazas; la ganadería de pastoreo de cabras, ovejas y camellos; en la cría de caballos de guerra se tomaron en expertos; explotaron las minas y desarrollaron algunas industrias especialmente en tejido de telas y alfombras; pero la gran actividad árabe fue el comercio, las caravanas de camellos cubrían inmensas distancias por los desiertos de arena y los barcos árabes cruzaban airosos. Los mares Mediterráneo, Rojo, de Omán, Caspio y Aral; las mercancías iban desde Europa hasta el Lejano Oriente y en el sentido inverso.
La cultura Árabe
Los musulmanes no fueron creadores de cultura, en cambio fueron los grandes intermediarios de la divulgación cultural; tomaron los elementos culturales de Egipto, de Grecia de Roma y de Bizancio, los tomaron para si y los transmitieron a otros pueblos. Así por ejemplo, tomaron los elementos matemáticos de los hindúes y los convirtieron en el álgebra y trigonometría, conocieron la astronomía de los caldeos y la hicieron propia; de los griegos copiaron los principios filosóficos y científicos y los acrecentaron en los centros de Bagdad; en las ciencias medicas alcanzaron grandes avances especialmente en la cirugía, derivada de los heridos de guerra, la alquimia y la oftalmología, tal vez por el exceso de luz de los desiertos; de la distante China trajeron a Europa los grandes inventos de la pólvora la brújula, el papel de trapos y la imprenta de madera.
La literatura árabe es la mas imaginativa y sensual, sus grandes cuentos y novelas y su poesía erótica, son famosas; la mas destacada de todas sus obras, fuera del Corán son las Mil y una Noches colección de mil y un cuento que describen hermosamente la vida y costumbres de los musulmanes de la época.
El Imperio Turco Otomano
Al despuntar el siglo XIX, el Islam conservaba la vitalidad que lo había originado en el siglo VII. El imperio turco otomano era el mas grande y poderoso de los Estados musulmanes, pero a mediados del siglo XIX comenzó a dar muestra de debilidad. A pesar de las reformas emprendidas a su interior, no logro superar la crisis. Por este motivo cayo; junto con otros Estados musulmanes, bajo el área de influencia europea.
El Imperio a comienzos del siglo XIX
Para finales del siglo XVIII el Imperio otomano ocupaba la península de los Balcanes, la de Anatolia y se extendía hacia el sur, principalmente hacia la península arábiga y el norte de África. Un factor que favoreció su poderío económico y político fue el dominio marítimo. El Imperio turco cubrí casi la mitad del Mediterráneo, con dominio sobre las islas griegas. también el mar Negro entraba en sus dominios, al igual que buena parte del mar Caspio, el golfo Pérsico y el mar Rojo. El espacio continental tenia como centro la región de los Balcanes y de Anatolia y en su periferia se encontraban Hungría, Rumania, Besarabia, Ucrania, Crimea, el Cáucaso, Armenia, Azerbaiyán, Egipto, Libia, Túnez y Argelia.
Al norte de África tenia dos condiciones geográficas que la hacían apetecible para los europeos: su costa sobre el Mediterráneo y el lugar más estrecho entre el mediterráneo y el mar Rojo, ideal para construir un canal interoceánico. Este se encontraba en Egipto. Allí, a mediados del siglo XIX, la debilidad del Imperio turco favoreció la aparición del líder Mohamed Alí, quien consiguió la autonomía frente al imperio. Entonces franceses e ingleses se hicieron presentes en la zona y bajo presiones lograron el derecho a la construcción de ferrocarriles y al canal de Suez.
Soliman el Magnifico (1494-1566). Este sultán otomano dio un impulso definitivo al expansionismo del Imperio turco otomano.
La declinación
El Imperio turco otomano fue fundado hacia el 1280, sobre las bases del antiguo Imperio Islam de las abbasies, y alcanzo su apogeo con la toma de Constantinopla en 1453, su mas grande expansión la logro a finales del siglo XVII. Luego durante el siglo XIX, comenzó a causa de:
· Divisiones religiosas. Dentro del Islam había varias tendencias religiosas, muchas de ellas consideradas heréticas, por lo cual se dieron numerosos disturbios sociales y luchas internas.
· dependencia económica. Desde el siglo XVIII; la economía del Imperio fue absorbida por el desarrollo del capitalismo mercantil. Las materias primas entonces se encaminaron hacia Europa y a su vez los productos occidentales se volvieron indispensables.
· Crisis del Estado. Las instituciones del gobierno entraron en crisis dando lugar a una fuerte reacción contra el poder central, el cual comenzó a desmoronarse.
además, el Imperio Turco estaba compuesto por muchos pueblos, todos ellos con múltiples problemas. Por ejemplo, los armenios se encontraban presionados por Persia y Rusia; los kurdos buscaban un asentamiento al interior del país armenio; los árabes aceptaban la autoridad del sultán, porque este hacia respetar la ruta de peregrinación a la Meca. Estos y muchos otros grupos, comenzaron a buscar la independencia del poder central.
La población del territorio dominado por los turcos otomanos era muy variada; entre ellos se encontraban: montañeses nómadas y seminómadas, habitantes de las llanuras, insulares, nómadas de las estepas, nómadas del desierto y población urbana. La población en un conjunto, se dividía en dos: a la elite gobernante se la llamaba otomanos, y al resto de la población reaya que quería decir “rebaño”.
Hasta el siglo XIX no existió una lengua oficial en el imperio. Por lo general se hablaba el idioma propio de cada una de las regiones que componían el Imperio: turco, árabe, griego, búlgaro, etc. El griego se utilizaba para el comercio; la lengua culta era el árabe clásico y en las escuelas, o madrazas, se enseñaba el árabe y el persa. Aun así la población dominante eran los turcos, y con el paso del tiempo, de la mezcla del árabe, el turco y el persa se formo una nueva lengua conocida como otomana, la cual fue lengua oficial desde 1839.
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