El Papa, con el rey saudí
Los conflictos de Medio Oriente reunieron al rey de Arabia Saudita, Abdullah y al papa Benedicto XVI en un encuentro histórico. Durante media hora los dos líderes discutieron sobre las posibles soluciones pacíficas a los enfrentamientos que sacuden la región y concluyeron que la única salida será a través de la cooperación entre cristianos, musulmanes y judíos. El encuentro fue un avance diplomático para las dos principales comunidades religiosas del mundo. El Vaticano y Arabia Saudita, sede de las Dos Sagradas Mezquitas –La Meca y la Medina– y una de las principales potencias musulmanas del mundo, no mantienen relaciones diplomáticas. Además, el vínculo entre los dos estados venía siendo tenso, especialmente después que Benedicto XVI vinculara al islamismo con la violencia, en un discurso el año pasado. En Arabia Saudita, la situación tampoco es fácil para los cristianos, aunque en el país viven alrededor de un millón de extranjeros católicos. La monarquía no permite la construcción de iglesias, ni tampoco la celebración de misas –ni siquiera dentro de las casas–. También está prohibida la importación de biblias o libros sobre el cristianismo. A pesar de la distancia que existe entre el Vaticano y Riad, los dos líderes se comprometieron ayer a trabajar juntos para impulsar una solución pacífica, especialmente para el conflicto israelí-palestino. En la agenda también se incluyó la necesidad de promocionar el diálogo interreligioso y los valores cristianos y musulmanes, en Medio Oriente y todo el mundo. La reunión se enmarcó en una gira europea del rey saudí.
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