Los palestinos son árabes y los árabes son aquellos que hablan árabe como su lengua nativa y los que se identifican ellos mismos como árabes.
El mundo árabe no corresponde al mundo musulmán. Hay comunidades árabes no musulmanas importantes y de hecho, la mayoría de los musulmanes viven en grandes países no árabes como Indonesia (170M), Pakistán (140M), Bangladesh (100M), India (100M), Turquía (100M), Irán (100M) y muchos países del África sub- Sahara. También hay significativas comunidades musulmanas árabes y no árabes en Europa, Asia y las Américas. En total, hay más de mil millones de musulmanes de cuales 90% son sunni y 10% shia. Árabes cuentan por solamente 25% de esa cantidad.
El mundo árabe se extiende desde Irak y los estados del Golfo en el este hasta la costa atlántica de Marruecos en el oeste y desde Siria en el norte hasta Sudán en el sur. Esta vasta región comprende desiertos, montañas escarpadas y fértiles valles ribereños. Es el hogar de beduinos nómadas, granjeros campesinos, peones asalariados agrícolas, trabajadores industriales, artesanos y profesionales de todos los negocios y servicios asociados con ciudades en auge como Rabat, Cairo y Beirut. Hoy en día alrededor de 250 millones de personas viven en los 17 países independientes que forman el mundo árabe. Estos son: Marruecos, Argelia,Túnez, Libia, Egipto, Sudán, Yemen, Omán, Los Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Bahrein, Kuwait, Arabia Saudita, Irak, Jordania, Siria y Líbano. Los palestinos son árabes pero aún tienen que alcanzar la total independencia nacional.
Los historiadores están de acuerdo en que los antiguos semitas, los asirios, babilonios, cananitas, amoritas, fenicios, hebreos y , más tarde, los mismos árabes emigraron de la Península Arábica. Las olas migratorias comenzaron en el tercer milenio a.C y terminaron con las conquistas musulmanas del siglo VII d.C. Estas personas hablaban lenguas basadas en estructuras lingüísticas similares, y los idiomas semitas modernos, el Árabe, el Hebreo y el Amárico (el idioma de Etiopía) mantienen importantes similitudes. Estas migraciones semitas hacia la media luna fértil sin embargo no penetraron las tierras altas en posesión de los autóctonos hurritas y posteriormente de los indoeuropeos hatti, hititas y frigios en el norte (Turquía) y de los elamitas y medos al este (Irán).
La primera ola de emigrantes semitas (3500 a.C), deambulaba por las tierras río arriba de las ciudades-estado ya bien establecidas por la civilización sumeria que era sedentaria y agrícola. Coexistieron pacíficamente con los sumerios durante siglos y desarrollaron la lengua Akadiana, escrita con caligrafía sumeria cuneiforme, que fue usada por los babilonios en el sur y los asirios en el norte por casi 2000 años. Una segunda ola(2500 a.C), trajo a los cananitas que se establecieron en la actual Palestina, los amoritas que ocuparon lo que ahora es Siria y los fenicios que establecieron sus puertos a lo largo de la costa del Líbano actual.
Los fenicios desarrollaron una gran red comercial marítima con asentamientos por todo el Mediterráneo entre los que estaba Cartago que desarrolló su propio imperio. Los fenicios fueron invadidos por varios imperios cuyos dioses ellos simplemente agregaban a su propio panteón. Adoptaron los antiguos dioses romanos, se convirtieron al cristianismo cuando los romanos lo hicieron y finalmente, de manera pragmática adoptaron el Islam cuando fueron invadidos por los árabes en el 634 d.C. Sus descendientes, los libaneses, han establecido una extendida Diáspora comercial que ha sido bien aceptada en todo el mundo. Ellos nunca han sido expulsados de ningún país ni tampoco han sufrido pogromos como sus primos semitas, los judíos.
Todas estas personas llegaron de la Península Arábica donde una tradición poética común había emergido entre las tribus del desierto ensalzando los valores de un estilo de vida nómada: honor, coraje, lealtad, generosidad y solidaridad tribal. Largos poemas líricos, llamados qasidas, fueron transmitidos oralmente empezando en el siglo VI d.C y luego fueron escritos en el siglo VIII. Esta explosión literaria sembró las semillas de una identidad árabe común que preparó el camino para el surgimiento del Islam.
Los árabes emergieron en el escenario histórico mundial en el siglo VII d.C con el profeta Mahoma y el surgimiento del Islam. Mahoma nació en La Meca en la parte occidental de la Península Arábica, un importante cruce de caminos en las rutas comerciales que conectaba a Yemen en el sur, el Mediterráneo al norte, el Golfo Pérsico al este y África a través del puerto de Jeddah en el Mar Rojo al oeste. El mensaje espiritual y social de Mahoma, basado en la unidad de Dios, fue aceptado primero en la pequeña comunidad de Medina pero pronto reemplazó a los diferentes dioses venerados por las diversas tribus del desierto. La popularidad de su mensaje y la debilidad de los imperios bizantino y sasánido al norte contribuyeron al éxito de una notable serie de conquistas árabes. En los 20 años que precedieron la muerte de Mahoma en el 632, los árabes musulmanes gobernaron un territorio que se extendía desde Egipto al oeste hasta Irán al este.
Los árabes y el idioma árabe jugaron un papel central en la expansión del Islam. El Corán es el libro sagrado de los musulmanes quienes creen que éste es la palabra de Dios tal y como fue transmitida a Mahoma en árabe por el arcángel Gabriel. El hecho de que los musulmanes crean que el Corán son las palabras de Alá convierte al árabe en un idioma sagrado para ellos. Los árabes dominaron las instituciones islámicas hasta que el control religioso pasó a las manos persas de la dinastía Abasí en 750 d.C. El Islam. se convirtió entonces en la religión tanto de árabes como de no-árabes, y los elementos árabes se redujeron en importancia en tanto que las culturas no-árabes, particularmente la persa, la india y la griega, contribuyeron a la aparición de una nueva civilización islámica universal.
La mezcla y combinación voluntaria de árabes con otras poblaciones produjo un florecimiento cultural y científico que alcanzó su apogeo entre los siglos VIII y X d.C cuando el árabe era el idioma de la política y la literatura desde el Atlántico hasta la frontera occidental de China. Musulmanes y no-musulmanes de los más diversos orígenes étnicos tradujeron textos filosóficos del griego al árabe, adaptaron cuentos del sánscrito y copiaron los estilos de las antiguas cortes persas. Los científicos islámicos hicieron descubrimientos pioneros en medicina, astronomía, matemáticas y mecánica. Ellos inventaron el álgebra, demostraron la circulación de la sangre, desarrollaron el astrolabio y fueron los primeros en usar un compás magnético para navegación. Hoy en día el Islam mantiene un billón de adherentes en todo el mundo. La gran mayoría de musulmanes son no-árabes pero el idioma árabe conserva su estatus especial ya que los musulmanes en todas partes estudian árabe clásico para recitar el Corán.
Las sociedades árabe y musulmana tienen mucho más en común con Europa y Occidente que lo que algunos occidentales de mente cerrada aseguran. El Islam. reconoce las tradiciones judia y cristiana y los árabes cristianos y los judíos siempre han sido miembros integrales del mundo árabe. Hay muchos ejemplos históricos de colaboración entre musulmanes, cristianos y judíos tales como el florecimiento cultural que tuvo lugar en Andalucía entre la conquista árabe en el siglo VIII y la caída de Granada en favor de los españoles en 1492. La civilización árabe produjo muchos de los logros científicos y culturales que, una vez transmitidos a Europa, ayudaron a preparar las bases para el Renacimiento. Dos de los más destacados filósofos de esta era fueron andaluces contemporáneos: el musulmán Ibn Rushd, mejor conocido en Latín como Averroes, y el judío Maimónides (Moche Ben Maimon), quien escribió en Hebreo y en Árabe. Otros innumerables indicios del intercambio cultural e intelectual a través del Mediterráneo son evidenciados por el gran número de palabras de origen Árabe encontradas en el Español e incluso en el Inglés y el Francés.
Las relaciones entre los estados cristianos de Europa y los estados musulmanes del Medio Oriente y África del Norte no obstante han estado salpicadas por guerras y hostilidad desde la Batalla de Tours en el 732, que detuvo el avance de los musulmanes hacia Europa, pasando por la derrota de las fuerzas bizantinas en Manzikert en 1071 y las cruzadas que siguieron a continuación, hasta la derrota de los Otomanos en las puertas de Viena en 1683. Para el siglo XVII, el equilibrio político se había inclinado gradualmente en favor de los poderes europeos, un proceso que iba a culminar con la colonización europea de la mayoría del mundo árabe. Comenzando a finales del siglo XVIII y continuando con la disolución del Imperio Otomano durante la Primera Guerra Mundial, los ingleses y los franceses se dividieron la mayor parte del mundo árabe entre ellos mismos, a los ingleses se les concedió un "Mandato" sobre lo que ahora es Palestina, Jordania e Irak y Francia obtuvo Líbano y Siria por medio del Tratado de Versalles en 1919. Fue en ese momento cuando los palestinos de hoy en día obtuvieron su nombre, antes, eran simplemente árabes que habían vivido allí por más de 13 siglos.
El petróleo descubierto en Irán estaba controlado por los ingleses, los descubrimientos en Irak fueron compartidos un 75-25 por los ingleses y los franceses y los Estados Unidos intervinieron para agarrar su parte de las riquezas petroleras del Medio Oriente después de la Segunda Guerra mundial. Se llevaron la mejor parte, Arabia Saudita. Desde 1928, las mayores compañías petroleras del mundo se unieron en un cartel para minimizar la competencia entre ellas mismas. Las "Siete Hermanas" lograron enormes ganancias pagando regalías mínimas a los propietarios de los recursos. Por supuesto, esto creó resentimiento contra el control y el poder occidental. Las imágenes estereotipadas de los atrasados árabes musulmanes en los medios Americanos y la visión de América como el "Gran Satán" en la imaginación de muchos árabes hoy en día tienen sus raíces en la violenta historia de la explotación colonial y en el papel dominante de los Estados Unidos en el Medio Oriente luego de la desintegración de los imperios inglés y francés después de la Segunda Guerra Mundial.
El nacionalismo árabe moderno tomó muchas formas pero alcanzó el clímax de su poder psicológico y político durante los años cincuenta y a comienzos de los sesenta bajo el liderazgo del presidente egipcio Gamal Abd al- Nasser cuando desafió al antiguo gobernante colonial de Egipto, Gran Bretaña, al nacionalizar el Canal de Suez en 1956. La derrota por parte de Israel en 1967 no obstante fue una derrota catastrófica para Nasser, para el nacionalismo árabe y para el secularismo. Desde la victoria de la revolución islámica en Irán en 1979, los movimientos políticos islamitas se han vuelto cada vez más populares en el mundo árabe ya que son vistos como la única defensa disponible contra el neocolonialismo occidental. Su influencia por lo general ha estado limitada al contexto de sus respectivos países pero el movimiento Al Qaeda podría ser el precursor de una movilización internacional contra la agresión americana-israelí en el Medio Oriente.
Económicamente, los países árabes y sus habitantes abarcan el espectro desde las poblaciones más ricas hasta las más pobres del mundo. Tienen acceso a muy diferentes recursos naturales. Kuwait, Bahrein, Qatar, Los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Brunei se clasifican arriba en la lista de producto interno bruto per capita en el mundo mientras que Yemen y el Sudán están cerca del final de la lista. Las desigualdades económicas y sociales han también contribuido a los conflictos políticos a dentro de los estados árabes. Muchos países árabes están dominados por regímenes autocráticos retrógrados, un hecho que aviva el resentimiento popular contra los americanos que los apoyan mientras que, por otro lado de su boca, predican democracia y derechos humanos, aparentemente sin notar la contradicción. Las presiones políticas y las acciones militares de fuera de la región contribuyen a las dificultades sociales, económicas y políticas. Israel, con material contundente y apoyo financiero de los Estados Unidos, continúa negando las demandas palestinas por un estado independiente con violentas consecuencias para las dos poblaciones. Hay rivalidades y diferencias regionales pero el sentimiento nacional árabe se mantiene fuerte. El apoyo popular a los palestinos y el resentimiento hacia la campaña americana en contra de Irak son expresiones de este sentimiento en todo el mundo árabe.
El mundo árabe no corresponde al mundo musulmán. Hay comunidades árabes no musulmanas importantes y de hecho, la mayoría de los musulmanes viven en grandes países no árabes como Indonesia (170M), Pakistán (140M), Bangladesh (100M), India (100M), Turquía (100M), Irán (100M) y muchos países del África sub- Sahara. También hay significativas comunidades musulmanas árabes y no árabes en Europa, Asia y las Américas. En total, hay más de mil millones de musulmanes de cuales 90% son sunni y 10% shia. Árabes cuentan por solamente 25% de esa cantidad.
El mundo árabe se extiende desde Irak y los estados del Golfo en el este hasta la costa atlántica de Marruecos en el oeste y desde Siria en el norte hasta Sudán en el sur. Esta vasta región comprende desiertos, montañas escarpadas y fértiles valles ribereños. Es el hogar de beduinos nómadas, granjeros campesinos, peones asalariados agrícolas, trabajadores industriales, artesanos y profesionales de todos los negocios y servicios asociados con ciudades en auge como Rabat, Cairo y Beirut. Hoy en día alrededor de 250 millones de personas viven en los 17 países independientes que forman el mundo árabe. Estos son: Marruecos, Argelia,Túnez, Libia, Egipto, Sudán, Yemen, Omán, Los Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Bahrein, Kuwait, Arabia Saudita, Irak, Jordania, Siria y Líbano. Los palestinos son árabes pero aún tienen que alcanzar la total independencia nacional.
Los historiadores están de acuerdo en que los antiguos semitas, los asirios, babilonios, cananitas, amoritas, fenicios, hebreos y , más tarde, los mismos árabes emigraron de la Península Arábica. Las olas migratorias comenzaron en el tercer milenio a.C y terminaron con las conquistas musulmanas del siglo VII d.C. Estas personas hablaban lenguas basadas en estructuras lingüísticas similares, y los idiomas semitas modernos, el Árabe, el Hebreo y el Amárico (el idioma de Etiopía) mantienen importantes similitudes. Estas migraciones semitas hacia la media luna fértil sin embargo no penetraron las tierras altas en posesión de los autóctonos hurritas y posteriormente de los indoeuropeos hatti, hititas y frigios en el norte (Turquía) y de los elamitas y medos al este (Irán).
La primera ola de emigrantes semitas (3500 a.C), deambulaba por las tierras río arriba de las ciudades-estado ya bien establecidas por la civilización sumeria que era sedentaria y agrícola. Coexistieron pacíficamente con los sumerios durante siglos y desarrollaron la lengua Akadiana, escrita con caligrafía sumeria cuneiforme, que fue usada por los babilonios en el sur y los asirios en el norte por casi 2000 años. Una segunda ola(2500 a.C), trajo a los cananitas que se establecieron en la actual Palestina, los amoritas que ocuparon lo que ahora es Siria y los fenicios que establecieron sus puertos a lo largo de la costa del Líbano actual.
Los fenicios desarrollaron una gran red comercial marítima con asentamientos por todo el Mediterráneo entre los que estaba Cartago que desarrolló su propio imperio. Los fenicios fueron invadidos por varios imperios cuyos dioses ellos simplemente agregaban a su propio panteón. Adoptaron los antiguos dioses romanos, se convirtieron al cristianismo cuando los romanos lo hicieron y finalmente, de manera pragmática adoptaron el Islam cuando fueron invadidos por los árabes en el 634 d.C. Sus descendientes, los libaneses, han establecido una extendida Diáspora comercial que ha sido bien aceptada en todo el mundo. Ellos nunca han sido expulsados de ningún país ni tampoco han sufrido pogromos como sus primos semitas, los judíos.
Todas estas personas llegaron de la Península Arábica donde una tradición poética común había emergido entre las tribus del desierto ensalzando los valores de un estilo de vida nómada: honor, coraje, lealtad, generosidad y solidaridad tribal. Largos poemas líricos, llamados qasidas, fueron transmitidos oralmente empezando en el siglo VI d.C y luego fueron escritos en el siglo VIII. Esta explosión literaria sembró las semillas de una identidad árabe común que preparó el camino para el surgimiento del Islam.
Los árabes emergieron en el escenario histórico mundial en el siglo VII d.C con el profeta Mahoma y el surgimiento del Islam. Mahoma nació en La Meca en la parte occidental de la Península Arábica, un importante cruce de caminos en las rutas comerciales que conectaba a Yemen en el sur, el Mediterráneo al norte, el Golfo Pérsico al este y África a través del puerto de Jeddah en el Mar Rojo al oeste. El mensaje espiritual y social de Mahoma, basado en la unidad de Dios, fue aceptado primero en la pequeña comunidad de Medina pero pronto reemplazó a los diferentes dioses venerados por las diversas tribus del desierto. La popularidad de su mensaje y la debilidad de los imperios bizantino y sasánido al norte contribuyeron al éxito de una notable serie de conquistas árabes. En los 20 años que precedieron la muerte de Mahoma en el 632, los árabes musulmanes gobernaron un territorio que se extendía desde Egipto al oeste hasta Irán al este.
Los árabes y el idioma árabe jugaron un papel central en la expansión del Islam. El Corán es el libro sagrado de los musulmanes quienes creen que éste es la palabra de Dios tal y como fue transmitida a Mahoma en árabe por el arcángel Gabriel. El hecho de que los musulmanes crean que el Corán son las palabras de Alá convierte al árabe en un idioma sagrado para ellos. Los árabes dominaron las instituciones islámicas hasta que el control religioso pasó a las manos persas de la dinastía Abasí en 750 d.C. El Islam. se convirtió entonces en la religión tanto de árabes como de no-árabes, y los elementos árabes se redujeron en importancia en tanto que las culturas no-árabes, particularmente la persa, la india y la griega, contribuyeron a la aparición de una nueva civilización islámica universal.
La mezcla y combinación voluntaria de árabes con otras poblaciones produjo un florecimiento cultural y científico que alcanzó su apogeo entre los siglos VIII y X d.C cuando el árabe era el idioma de la política y la literatura desde el Atlántico hasta la frontera occidental de China. Musulmanes y no-musulmanes de los más diversos orígenes étnicos tradujeron textos filosóficos del griego al árabe, adaptaron cuentos del sánscrito y copiaron los estilos de las antiguas cortes persas. Los científicos islámicos hicieron descubrimientos pioneros en medicina, astronomía, matemáticas y mecánica. Ellos inventaron el álgebra, demostraron la circulación de la sangre, desarrollaron el astrolabio y fueron los primeros en usar un compás magnético para navegación. Hoy en día el Islam mantiene un billón de adherentes en todo el mundo. La gran mayoría de musulmanes son no-árabes pero el idioma árabe conserva su estatus especial ya que los musulmanes en todas partes estudian árabe clásico para recitar el Corán.
Las sociedades árabe y musulmana tienen mucho más en común con Europa y Occidente que lo que algunos occidentales de mente cerrada aseguran. El Islam. reconoce las tradiciones judia y cristiana y los árabes cristianos y los judíos siempre han sido miembros integrales del mundo árabe. Hay muchos ejemplos históricos de colaboración entre musulmanes, cristianos y judíos tales como el florecimiento cultural que tuvo lugar en Andalucía entre la conquista árabe en el siglo VIII y la caída de Granada en favor de los españoles en 1492. La civilización árabe produjo muchos de los logros científicos y culturales que, una vez transmitidos a Europa, ayudaron a preparar las bases para el Renacimiento. Dos de los más destacados filósofos de esta era fueron andaluces contemporáneos: el musulmán Ibn Rushd, mejor conocido en Latín como Averroes, y el judío Maimónides (Moche Ben Maimon), quien escribió en Hebreo y en Árabe. Otros innumerables indicios del intercambio cultural e intelectual a través del Mediterráneo son evidenciados por el gran número de palabras de origen Árabe encontradas en el Español e incluso en el Inglés y el Francés.
Las relaciones entre los estados cristianos de Europa y los estados musulmanes del Medio Oriente y África del Norte no obstante han estado salpicadas por guerras y hostilidad desde la Batalla de Tours en el 732, que detuvo el avance de los musulmanes hacia Europa, pasando por la derrota de las fuerzas bizantinas en Manzikert en 1071 y las cruzadas que siguieron a continuación, hasta la derrota de los Otomanos en las puertas de Viena en 1683. Para el siglo XVII, el equilibrio político se había inclinado gradualmente en favor de los poderes europeos, un proceso que iba a culminar con la colonización europea de la mayoría del mundo árabe. Comenzando a finales del siglo XVIII y continuando con la disolución del Imperio Otomano durante la Primera Guerra Mundial, los ingleses y los franceses se dividieron la mayor parte del mundo árabe entre ellos mismos, a los ingleses se les concedió un "Mandato" sobre lo que ahora es Palestina, Jordania e Irak y Francia obtuvo Líbano y Siria por medio del Tratado de Versalles en 1919. Fue en ese momento cuando los palestinos de hoy en día obtuvieron su nombre, antes, eran simplemente árabes que habían vivido allí por más de 13 siglos.
El petróleo descubierto en Irán estaba controlado por los ingleses, los descubrimientos en Irak fueron compartidos un 75-25 por los ingleses y los franceses y los Estados Unidos intervinieron para agarrar su parte de las riquezas petroleras del Medio Oriente después de la Segunda Guerra mundial. Se llevaron la mejor parte, Arabia Saudita. Desde 1928, las mayores compañías petroleras del mundo se unieron en un cartel para minimizar la competencia entre ellas mismas. Las "Siete Hermanas" lograron enormes ganancias pagando regalías mínimas a los propietarios de los recursos. Por supuesto, esto creó resentimiento contra el control y el poder occidental. Las imágenes estereotipadas de los atrasados árabes musulmanes en los medios Americanos y la visión de América como el "Gran Satán" en la imaginación de muchos árabes hoy en día tienen sus raíces en la violenta historia de la explotación colonial y en el papel dominante de los Estados Unidos en el Medio Oriente luego de la desintegración de los imperios inglés y francés después de la Segunda Guerra Mundial.
El nacionalismo árabe moderno tomó muchas formas pero alcanzó el clímax de su poder psicológico y político durante los años cincuenta y a comienzos de los sesenta bajo el liderazgo del presidente egipcio Gamal Abd al- Nasser cuando desafió al antiguo gobernante colonial de Egipto, Gran Bretaña, al nacionalizar el Canal de Suez en 1956. La derrota por parte de Israel en 1967 no obstante fue una derrota catastrófica para Nasser, para el nacionalismo árabe y para el secularismo. Desde la victoria de la revolución islámica en Irán en 1979, los movimientos políticos islamitas se han vuelto cada vez más populares en el mundo árabe ya que son vistos como la única defensa disponible contra el neocolonialismo occidental. Su influencia por lo general ha estado limitada al contexto de sus respectivos países pero el movimiento Al Qaeda podría ser el precursor de una movilización internacional contra la agresión americana-israelí en el Medio Oriente.
Económicamente, los países árabes y sus habitantes abarcan el espectro desde las poblaciones más ricas hasta las más pobres del mundo. Tienen acceso a muy diferentes recursos naturales. Kuwait, Bahrein, Qatar, Los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Brunei se clasifican arriba en la lista de producto interno bruto per capita en el mundo mientras que Yemen y el Sudán están cerca del final de la lista. Las desigualdades económicas y sociales han también contribuido a los conflictos políticos a dentro de los estados árabes. Muchos países árabes están dominados por regímenes autocráticos retrógrados, un hecho que aviva el resentimiento popular contra los americanos que los apoyan mientras que, por otro lado de su boca, predican democracia y derechos humanos, aparentemente sin notar la contradicción. Las presiones políticas y las acciones militares de fuera de la región contribuyen a las dificultades sociales, económicas y políticas. Israel, con material contundente y apoyo financiero de los Estados Unidos, continúa negando las demandas palestinas por un estado independiente con violentas consecuencias para las dos poblaciones. Hay rivalidades y diferencias regionales pero el sentimiento nacional árabe se mantiene fuerte. El apoyo popular a los palestinos y el resentimiento hacia la campaña americana en contra de Irak son expresiones de este sentimiento en todo el mundo árabe.
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