En la zona desértica del Cercano Oriente y de la península arábiga, habitaban tribus nómadas, los beduinos, dedicados a la cría de ovejas y camellos, al comercio de caravanas y al pillaje; las tribus sedentarias, los árabes Vivian en los oasis y en las montañas, en aldeas y pequeñas ciudades, tales como la Meca y Medina.
Las tribus elegían un jeque quien gobernaba asesorado por el consejos de ancianos; practicaban la poligamia masculina; adoraban sus ídolos propios y la Cava o piedra de Jacob, piedra negra caída del cielo (posiblemente un aerolito).
Los árabes permanecieron aislados e ignorados hasta el siglo VI, cuando se vieron afectados por la guerra entre los imperios Persa y Bizantino; tomaron partido por unos u otros y entraron en contacto con ambas civilizaciones; este contacto fue definitivo para el “despertar árabe”, la unidad idiomática y la unidad en la fe, fueron las características fundamentales para la integración y cohesión.
Mahoma fue el fundador de la religión musulmana, nacido en la Meca (571), pasó su niñez entre caravanas, se caso con jadiya, viuda rica, lo que permitió dedicarse a la meditación y a la predicación.
Alá el unció dios y Mahoma su profeta, todo ídolo debe ser destruido, solo la Cava es santa, la moral personal debe ser estricta; esta predicación despertó la hostilidad de su propia tribu y tuvo que huir a Medina en 622; esta huida se llamo la Hégira y determino la iniciación del calendario islámico; en Medina, Mahoma tuvo éxito en su predicación y se convirtió en jefe militar, político y religioso; con su ejercito sometió a las tribus, destruyo los ídolos, proclamo la Meca como “Ciudad Santa” y logro la Unidad Árabe, la cohesión de todas las tribus en un solo gran pueblo, con un solo idioma, un solo gobierno, y sobre todo, una sola religión, la Musulmana, como única y verdadera.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Sus aportes son importantes. Gracias