Las mujeres judías fabricaban las telas para la familia. La lana que usaban se obtenía de los rebaños. Tenía que hilarse sin el USO de telares modernos. Referente a este proceso, el libro de los Proverbios en su tributo a la madre ideal lo describe así: "Aplicó sus manos al huso, y sus manos tomaran la rueca" (Prov. 31:19). Los antiguos egipcios y babilonios, eran expertos en tejer, tenían grandes telares, pero la mayoría del pueblo común palestino usaba telares muy primitivos, y el proceso de tejido era de necesidad, era lento y tedioso. Por supuesto que no había máquinas de coser o agujas de acero. Las agujas eran muy toscas y hechas de bronce, y algunas veces de astillas de hueso que se afilaban de un extremo y con un agujero en el otro. Se dice que actualmente la mayor parte del hilado en Siria es hecho por mujeres ancianas. Da ocasión a las tejedoras de unirse. Así ellas hilan mientras platican, y algunas veces mientras comen en un modo informal. Cuando dice la Escritura , "Aplicó sus manos al huso, y sus manos tomaron la rueca” (Prov. 31:19), es lo mismo que decir, "Ella nunca está ociosa", o como dirían los sirios, "Su huso nunca está fuera de sus manos".
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