Los barcos en el viaje de Pablo



Relato de Lucas del viaje de Pablo a Roma. El relato de Lucas sobre el viaje del apóstol Pablo en Hechos 27 y 28 es la mejor relación de un viaje por mar que haya llegado hasta nosotros de los tiempos antiguos. Sacamos mayor conocimiento de estos barcos por esta historia que de cualesquiera otra fuente. En la segunda mitad del siglo diecinueve el señor James Smith hizo un estudio detallado del viaje de Pablo, viajando por barco él mismo, yendo hacia la misma ruta que siguió el barco del Apóstol. Por medio de cartas del almirantazgo y de un estudio de las mareas, etc., él estuvo en condiciones de probar lo admirablemente acertado que estuvo Lucas en lo que escribió. El lugarteniente Edwin Smith del Canadá estuvo en las aguas del Mediterráneo en los años de 1918-1919, comandando un barco de servicio especial. También tuvo la oportunidad de probar la exactitud y hacer un estudio de los navíos en tiempos del apóstol Pablo. ¿A qué eran semejantes los barcos antiguos? El lugarteniente Smith contesta:

“Las líneas generales no diferían mucho de los barcos de vela de hace cincuenta años, especialmente en sus partes bajo el agua, con la excepción de que en la proa y la popa eran muy semejantes... Quizá la más grande diferencia entre estos barcos antiguos y toda clase de barcos modernos, está en los arreglos para dirigir el barco. Estos barcos antiguos no eran guiados como los de los tiempos modernos, con un sencillo timón angoznado al palo de la popa, sino con dos grandes remos o paletas, una a cada lado de la popa: por eso Lucas hace mención de ellos en numero plural (Hech. 27:40). Estos se operaban a través de dos escobones, uno a cada lado, los cuales eran también usados para los cables cuando se anclaba el barco por la popa".

Santiago habla sólo de un timón en un barco (Sant. 3:4). Pero esto es porque el piloto sólo usaba uno de estos dos timones a la vez.

En Hechos 27:17, Lucas nos dice que los marineros bajaron la vela durante la tormenta, y el verso 40 nos informa que alzaron la "vela mayor" al viento. Esta última era más bien el trinquete, una vela pequeña que los marineros substituían por la vela mayor en las tormentas. El verso 17 dice: "usaban de remedios, ciñendo la nave”. Cuando se hacía necesario, se ponían en derredor del casco, cadenas y cables a ángulos rectos y a lo largo del barco, y luego se restiraban. El lenguaje marítimo llama a este proceso, atortorar.

Lucas nos da los nombres de los oficiales del barco en que viajaba Pablo (verso 11) El centurión romano estaba al mando del barco. Luego venían el piloto y el capitán.

Los barcos antiguos, como los de ahora, tenían su propia insignia individual. Así el barco en que Pablo hizo la última parte de la jornada a Roma, se llamaba "Castor y Polux" que quiere decir: "los hermanos gemelos". Eran personificados todos los barcos antiguos, y así vino la idea de pintarles un ojo a cada lado de la proa del barco. Esta costumbre ha persistido hasta los tiempos modernos entre los barcos del Mediterráneo. Lucas evidentemente se refirió a esta costumbre cuando escribió "Y siendo arrebatada la nave, y no pudiendo resistir contra el viento, la dejamos” (Hech. 27:15). Literalmente traducido, esto sería: "No podíamos mirar el viento en la cara”.

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